Al ritmo de tambores, con turbantes y hasta con velas en mano, un numeroso grupo de personas afros y miembros de diferentes movimientos raizales / palenqueros en el Atlántico despidieron a quien, por más de 30 años, consideraron una luchadora incansable por los derechos de las comunidades más vulnerables: Piedad Córdoba.
Al tiempo que las exequias de la senadora se cumplían en el cementerio Jardines de Montesacro en Itagüí, a las afueras de la Catedral Metropolitana de Barranquilla se llevaron a cabo actos culturales y artísticos en memoria de la congresista por la coalición del Pacto Histórico, en medio de palabras de agradecimiento por su labor política en el país y, además, por las luchas sociales que abanderó a lo largo de su vida.
"Y esa compañera que ya no está con nosotros, es imposible olvidarla. Gracias a ella se reconoció también en la Constitución de 1991 que somos un pueblo pluriétnico y multicultural. Esto es un acto de solidaridad por esa compañera que nos representó, nos acompañó y abrazó nuestras luchas. Fue una mujer valiosa, fue una mujer importantísima, con base en mis palabras y poemarios en Piedad Córdoba", se le escuchó a una de las asistentes.
Movimientos afros, raizales y palenqueros en el Atlántico realizan un homenaje en memoria de la fallecida senadora Piedad Córdoba. Este acto conmemorativo, que contará con expresiones artísticas y culturales, se está desarrollando a las afueras de la Catedral Metropolitana. pic.twitter.com/WkyZkf4BwF
— Blu Caribe (@BLUCaribe) January 23, 2024
Inclusive, con sonidos y bailes autóctonos de la región Caribe, acompañaron el sentido homenaje que arrancó desde las 5:00 de la tarde y se extendió por casi dos horas, culminándose con una velatón por su descanso eterno.
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Por su parte, los aplausos, arengas y ovaciones marcaron el último adiós de la senadora Piedad Córdoba, cuyos restos mortales fueron velados por más de 15 horas en el cementerio Campos de Paz en Medellín, desde donde partió una caravana, que encabezaron tres coches fúnebres, hacia la parroquia Santa Lucía ubicada en el barrio La Floresta, donde la esperaban familiares, amigos y algunos allegados del mundo políticos.
Fue una eucaristía corta en la que al final hubo varias intervenciones, entre ellas la de su hijo Juan Luis Castro Córdoba, quien, además de agradecer a familiares, amigos e inclusive a los escoltas de su mamá que la cuidaron de las balas, hizo un recorrido por la historia política de la senadora.
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Ahora sus restos reposarán en el cementerio Jardines de Montesacro en Itagüí, que fue elegido por su familia para darle cristiana sepultura.