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El ecohotel hecho con palmeras que debe conocer; está cerca a las playas del Atlántico

Su estilo busca emular la vivienda tradicional que solía construirse en esta zona del Atlántico, pero bajo un concepto de ecohotel boutique.

La piscina natural del ecohotel.
La piscina natural del ecohotel.
Julio Caballero.

Entre las palmeras que rodean a las playas de Santa Verónica, en Atlántico, se abre paso un ecohotel reservado para la tranquilidad, en el que el viento se desliza a través de la robusta vegetación que rodea cada cabaña y en la que sobresalen las palmas que reemplazan los tradicionales techos.

Su nombre es Ecoxata y está ubicado a 40 minutos de Barranquilla , por la vía al Mar. El sitio suena con zona de acceso y está construido junto a las playas del Mar Caribe que bañan al municipio de Juan de Acosta.

El propósito es que el impacto por la presencia del hombre allí sea mínimo, pues sin televisores en las habitaciones y solo con el sonido de las olas del mar, se busca que la fauna que habita la zona no se sienta ahuyentada, como es el caso de los cangrejos, que caminen en manada hacia sus agujeros a cualquier hora del día.

Este destino es un resguardo para quienes buscan desconectarse del ruido de la ciudad. Su infraestructura resalta por la utilización de palmas en lugar de tejas, un detalle arquitectónico que no solo resalta por fuera sino también por dentro, pues al dormir en la cama, puede fijarse el visitante en los detalles de la sólida unión de cada hoja con otra, en un trenzado natural que resguarda sin riesgo ante lluvias o fuertes vientos.

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El hotel es una representación de la tradicional casa que solía construirse en esta zona del Caribe.
Julio Caballero.

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Además, cuenta con una piscina natural que está realizada con materiales de construcción de bajo impacto y junto a la que se puede disfrutar de deliciosos platos de comida de la zona, que va desde una carimañola hasta una cazuela de mariscos.

Además, las cabañas son separadas unas de otras con un muro creado a partir de uniones en secuencia de delgados troncos de madera que aíslan visualmente unos espacios con otros, mientras se trata de impactar lo mínimo el medio ambiente con construcciones de concreto.

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Las zonas de descanso permiten disfrutar del sonido de la naturaleza.
Julio Caballero.

La experiencia de cercanía con la naturaleza que se vive en Ecoxata permite, además, un momento de inmersión bajo lo que fueron las tradicionales casas de la región Caribe que utilizaban elementos de la naturaleza para su construcción, en una comunión con la serenidad y la calma.

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