A pesar de que ya se encuentra en la fase tres del proceso y que inclusive se anunció una inversión de 54.000 millones de pesos por parte del Gobierno nacional, aún no se vislumbra el inicio de la demolición del puente Laureano Gómez o del viejo puente Pumarejo, como se le conoce comúnmente a la estructura sobre el río Magdalena.
El Ministerio de Transporte aseguró que los recursos anunciados estarían disponibles para el próximo semestre; sin embargo, la cifra sería apenas la mitad de lo que requiere el proyecto y aún no hay claridad sobre cuándo, cómo ni de dónde saldrían los recursos faltantes, pues para ello se necesita la concurrencia de gobiernos locales.
Líderes del gremio portuario de Barranquilla también están solicitando al Gobierno Nacional avanzar en los trámites de licencia ambiental, pues ello también estaría retrasando la demolición del puente y, a su vez, frenando la navegación de grandes barcos sobre el río Magdalena y multimillonarios proyectos de inversión en las poblaciones aledañas.
"Las demoras en la demolición, por lo menos parcial, del viejo puente Pumarejo está afectando inversiones importantes que se han realizado río arriba, tanto del lado del Atlántico como del lado del departamento del Magdalena y las cuales ascienden a más de 200 millones de dólares", indicó Clemente Fajardo, líder del sector portuario.
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"Tanto la exigencia de una licencia ambiental como el aplazamiento de la deconstrucción afecta esas inversiones y por eso le hemos pedido en múltiples reuniones al Invías y al Ministerio de Transporte que se avance en ese tema", sostuvo.
De acuerdo a la socialización que hizo el Invías, lo que se requiere es una homologación o ampliación de la licencia ambiental que se utilizó para la construcción del nuevo puente, pues la demolición sería un proceso limpio, en el que se buscará quitar pedazo por pedazo e ir poniéndolos en una barcaza para evitar que caigan al río Magdalena.
Ese trámite de ampliación de licencia ambiental sería más rápido que expedir una nueva, no obstante, todo el proyecto está contemplado para desarrollarse en más de dos años y por eso urge comenzar cuanto antes.
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"Todo el proceso dura dos años y cinco meses, y unos cuatro o cinco meses son de aprobación de la licencia, pero como hemos dicho, debe ser un trámite relativamente corto porque ya existe una licencia para la construcción del nuevo puente y en ese momento se contemplaba también la demolición de la vieja estructura", indica Lucas Ariza, director de Asoportuaria.
El gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, ha venido liderando iniciativas para conseguir los recursos faltantes, incluso, propuso una ‘vaca’ entre el sector público y privado para empezar pronto la demolición de esa vieja estructura.
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