A más de 19 años de cárcel fue condenada Kelly Moya, una exreina popular de Cartagena quien, junto a cuatro personas más, hacia parte de una red de prostitución que instrumentalizo a más de 50 niños.
Esta mujer es señalada de explotar sexualmente a los menores. La Fiscalía la acusa de ubicar a los menores de edad para que ejercieran actividades de tipo sexual con extranjeros durante fiestas en la isla de Barú.
Investigadores del CTI y otras autoridades capturaron a los proxenetas y recuperaron a los menores que estaban siendo explotados sexualmente.
Hay que decir que esta historia llamó la atención del mundo e inspiró la película Sound of Freedom, basada en la vida del exagente de seguridad de Estados Unidos, Tim Ballar, quien dejó su trabajo para dedicarse a rescatar niños que eran explotados sexualmente y victimas de tráfico humanos.
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Más de 19 años de prisión a proxenetas del caso en que se basó ‘Sounds of Freedom’
Simba, uno de los sobrevivientes que inspiró la película, habló sobre su traumática experiencia en la isla Barú en una reciente entrevista.
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“Fuimos citados a un evento, nos llevaron en un bus y nos encerraron. Éramos menores de edad, no sabíamos qué hacer”, relató.
A pesar del sufrimiento vivido, denunció que ni él ni otras víctimas han recibido apoyo del Estado. Actualmente, Simba lidera una red de apoyo para brindar asistencia psicológica a otros sobrevivientes.
“Es triste que haya sido necesario que vengan de afuera a salvarnos porque el Gobierno no nos ha salvado”, comentó Simba, refiriéndose a la historia contada en ‘Sound of Freedom’.
Sobre Kelly Moya
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Se conoció que es modelo y fue candidata al reinado de la Independencia en Cartagena representando al barrio Obrero. Además, participó en varios videos musicales de reconocidos artistas colombianos.
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En la actualidad Kelly Moya tiene 30 años y su profesión es abogada.
Durante una entrevista concedida a El Universal de Cartagena aseguro ser inocente y, en su defensa, dijo que había sido engañada y que su presencia en la fiesta donde fue capturada en Isla de Barú no tenía relación con las acusaciones, manifestando que su sueño siempre había sido tener una agencia de modelos legítima.