El gerente de Carnaval S.A.S., Juan José Jaramillo y varios funcionarios de la Alcaldía de Barranquilla como el secretario de Gobierno, Nelson Patrón y el Gerente de Gestión de Ingresos, Jhon Calderón, serán citados por el Concejo de Barranquilla a un debate de control político para hacer un balance de las fiestas carnestolendas y, sobretodo, hablar sobre la entrega de estímulos económicos a grupos folclóricos queha despertado molestias en varios de sus hacedores.
De acuerdo con lo dicho por el concejal Frank Chapman, en esta asignación presupuestal no justificada están grupos con más de 40 años de historia que reciben menos incentivos que otros que no llevan tanta trayectoria dentro de estas fiestas y cuyo aporte cultural es menor.
“El Carnaval de Barranquilla prácticamente lo han venido privatizando. Estuve visitando a varios hacedores y muchos de ellos no se encuentran conformes por los incentivos que normalmente siempre está dando la Secretaría de Cultura”, dijo inicialmente.
“Hay varias comparsas que están con unos incentivos de hasta 28 millones de pesos y otros grupos folclóricos reciben solo $1.500.000, aún teniendo una tradición de 45 años en comparación con las mencionadas inicialmente. Comparsas que de forma usual recibían hasta tres millones de pesos, para este año las desmejoraron, les disminuyeron su incentivo”, agregó.
Chapman aseguró que está comprometido con la labores de los hacedores que duran todo un año preparándose para los Carnavales y así también dentro del control espera consultar sobre los problemas logísticos que se presentaron en el concierto de Coronación de la reina Tatiana Angulo, donde asistentes que pagaron costosas boletas duraron casi dos horas para poder ingresar al evento.
Por otro lado, la próxima semana tendrá una reunión con varios hacedores del Carnaval para conocer de primera mano cuáles son los grupos folclóricos inconformes con los incentivos dados por las autoridades.
Finalmente, el concejal no quiso dejar pasar las cosas positivas como el alto despliegue policial que hubo durante todo los Carnavales y el control a los bazares que no contaban con los permisos correspondientes.