Con al menos 30 negocios derrumbados por las fuertes brisas que azotan el Caribe, prácticamente sin playas y con mar de leva, por el que hay pocos bañistas, a decenas de caseteros en el sector del Muelle, en el municipio de Puerto Colombia , les ha tocado pasar la temporada de vacaciones con los brazos cruzados.
La alerta naranja del Ideam, que se ha mantenido por varias semanas, justo es la razón por la que estos comerciantes hoy registran pérdidas que superan el 100% de sus ventas.
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Doralba Osorio, comerciante del sector, lamenta que no han podido trabajar en la temporada de vacaciones.
"Ninguno ha podido trabajar, todo está hecho un desastre, las casetas se han caído. Esto ha hecho mucho daño. Yo no he podido atender a ningún turista, porque no hay playa y el mar saca mucha piedra, lo que es peligroso", indicó.
Omar Restrepo es otro de los afectados y cuenta que mientras en un fin de semana, antes de noviembre, atendían hasta 300 clientes, ahora escasamente reciben a 20.
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"Hubo una reunión con las autoridades que dijeron que iban a ayudar y nada de nada. Aquí todos brillan por su ausencia", cuestionó.
Asimismo, hizo un llamado a la Gobernación del Atlántico para que les ayuden a reconstruir sus casetas y buscar otras opciones productivas.
Otra de las solicitudes que han hecho es la construcción de espolones para detener el daño que produce el oleaje en la playa.