En La Mojana están a cuatro días de cumplir un tercer aniversario de estar entre aguas. En total, once municipios de esta subregión han permanecido bajo inundaciones por la ruptura del Jarillón ubicado en San Jacinto del Cauca, conocido como ‘Caregato’, sin que ninguna protesta, llanto o reunión haya podido poner fin al lamento eterno de esta zona del país.
En medio de las pocas respuestas ofrecidas por la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, luego de que el contratista hubiese suspendido las obras en la zona para el cierre del boquete, la comunidad decidió unirse para realizar actividades que les permita recaudar recursos económicos con los cuales puedan hacer las obras que el gobierno no ha concluido.
“La idea es establecer una conversación con los gremios para lograr un aporte ya sea por hectárea o por propiedades, en la cual logremos la cifra que consideremos que debe ser suficiente para el cierre de ese boquete”, explicó Marco Tulio Uribe, líder de la región.
Para él, ha sido indolente la respuesta del actuar director de la UNGRD, quien ha priorizado los asuntos contractuales sobre la emergencia de esta población, donde ya no hay dinero para pagar los créditos con los que cultivaron arroz a inicios de año, pero que en mayo volvieron a inundarse.
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Esta actividad tiene como precedente la rifa que en octubre de 2022 fue organizada también por la comunidad para reunir suficiente dinero con el cual adelantar las obras de cierre, para lo que ofrecían 10 novillas de vientre, un torete y una tonelada de sal, por aportes de $200 mil pesos.
Finalmente, en aquel momento, tras dos meses de recaudo, lograron reunir $500 millones de pesos que fueron empleados en trabajo de la zona.
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“Estamos desesperados porque varios municipios están quedando bajo el agua. Esta es una tragedia y aquí sí se puede intervenir”, manifestó.
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