Brian Márquez, el hombre sordo que hizo historia en la Universidad del Magdalena
Una historia de superación y ejemplo de educación inclusiva que demuestra que los límites solo están en la mente y que la determinación permite alcanzar grandes logros en la vida.
Cuando Brian Santiago Márquez recibió su diploma
, no hubo ovaciones que llegaran a sus oídos ni gritos de celebración que marcaran el momento, pero la emoción en su rostro lo decía todo. No necesitaba escuchar para saber que había logrado algo extraordinario.
Brian, un joven con discapacidad auditiva
, acaba de convertirse en Técnico Laboral en Oficinista, Clasificación y Archivo, un título que no solo representa su esfuerzo, sino también el compromiso de la Universidad del Magdalena con la educación inclusiva. Su historia no es solo la de un estudiante que supera barreras; es la de una institución que entendió que el conocimiento debe estar al alcance de todos.
Un desafío sin ruido, pero con mucha determinación
Hombre sordo que hizo historia en Unimagdalena.
Suministrada.
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Desde el primer día, Brian enfrentó un camino distinto al de la mayoría de sus compañeros. Mientras otros escuchaban las explicaciones en clase, él debía leer cada palabra con atención, apoyarse en intérpretes y desarrollar una concentración absoluta, pero nunca se quejó, nunca pidió menos, solo exigió una oportunidad justa.
“Recibí muchísimo apoyo, me permitieron aprender. Esta es mi casa, fue un proceso grande y, gracias a la Universidad del Magdalena
y al CREO, tuve un gran respaldo. Lo que aprendí aquí tiene un gran valor ético y con muchos valores, y eso es maravilloso”, expresó con gratitud.
Con disciplina, se convirtió en un ejemplo dentro del aula. Cada materia aprobada era un paso más hacia su meta: demostrar que una discapacidad no define las capacidades de una persona.
El nombre de Brian ahora es símbolo de inspiración en la Universidad del Magdalena. Su logro es el reflejo de una educación que no excluye, que se adapta y que ofrece igualdad de oportunidades. Bajo el liderazgo del rector Pablo Vera Salazar, la institución ha impulsado programas de inclusión que garantizan que jóvenes como Brian puedan desarrollar su potencial.
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“Muchas gracias al rector por estar siempre atento y permitirnos acceder a la educación. Nos ha brindado oportunidades de inclusión a toda clase de discapacidad, visual y auditiva, dándonos igualdad de condiciones”, afirmó Brian con orgullo.
Ahora, con su título en mano, su historia apenas comienza. Con cada logro, Brian no solo demuestra su capacidad, sino que también deja una huella imborrable en el camino de quienes vendrán después. En su silencio, hay un mensaje más fuerte que cualquier palabra: no hay barreras para quien está decidido a superarse.