Las mediciones realizadas en el sur del Atlántico muestran que los niveles del río Magdalena subieron unos 40 centímetros este lunes y se ubicaron por encima de los 2 metros; sin embargo, siguen por debajo de los 3.5 o 4 metros que suele mantener en su promedio histórico.
Tan crítica es la situación que el puerto del municipio de Sabanagrande se secó y a los lancheros de este municipio del Atlántico les ha tocado improvisar levantando muelles con palos y tablas para aprovechar los pocos lugares donde aún hay agua del río Magdalena y garantizar la salida y llegada de pasajeros desde y hacia municipios vecinos.
Las más afectadas son las cerca de 2.000 personas que a diario deben atravesar el río desde los municipios de Sitionuevo y Remolino (Magdalena) hasta Sabanagrande (Atlántico) para estudiar, trabajar o comercializar sus productos. Dicen que las condiciones del río y los muelles improvisados representan un peligro.
"Eso es un peligro aquí. Nosotros lo que queremos es que nos ayuden a componer el puerto para poder viajar bien, porque aquí uno se puede caer y después no hay quién responda", expresó un viajero.
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Los lancheros y usuarios de estas embarcaciones piden un dragado urgente para garantizar el transporte de la comunidad, cuyos traslados ahora son más largos y costosos por las condiciones secas del puerto de Sabanagrande.
"Nosotros hoy estamos caminando en tablas y eso era algo que nunca se había visto aquí, por eso estamos pidiendo la colaboración de los gobiernos locales y del Estado colombiano, porque por aquí pasan muchos niños, adultos mayores y mujeres embarazadas", dijo Nelson Gutiérrez, lanchero.
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De acuerdo con la Corporación Autónoma Regional del Magdalena, Corpamag, el caudal del río Magdalena se ha reducido durante un 60% durante la sequía.