En medio de la consternación por el asesinato del director de la cárcel Modelo de Bogotá , un nuevo ataque contra la fuerza pública se registró a menos de 24 horas, pero en Barranquilla, donde un agente de la Policía fue víctima de un atentado a balas por parte de un sicario que lo estaba esperando a las afueras de un sector residencial del suroccidente de Barranquilla.
El caso se presentó hacia las 10:30 de la mañana del viernes 17 de mayo, cuando el patrullero Jaider Gregorio Amador Quessep fue baleado por la espalda por parte de un hombre que descendió de una motocicleta para dispararle mientras este salía de una vivienda ubicada en el barrio San Luis, cuando portaba su uniforme.
La rapidez con la que se presentaron los hechos a penas dieron tiempo para que el policía pudiera correr en búsqueda de refugio, pues ni siquiera alcanzó de sacar su arma de dotación para defenderse.
De acuerdo con el registro que quedó en una cámara de seguridad, el agente alcanzó a correr unos 10 metros, luego de recibir el primer disparo, pero cayó junto a un vehículo que estaba estacionado. Allí, cubrió su cabeza con sus manos, mientras le daba la espalda al sicario, quien siguió descargando sus balas en la cabeza del agente.
Luego de accionar varios disparos contra la víctima, el sicario, quien vestía un suéter azul y llevaba un casco, huyó a toda velocidad con su cómplice en la motocicleta, mientras el agente quedó agonizando sobre el pavimento.
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El policía fue auxiliado y llevado a la clínica San Ignacio, donde le brindaron atención médica, sin embargo, en horas de la tarde falleció. Mientras tanto, otras unidades del cuadrante iniciaron un plan candado para dar con la captura de los criminales.
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