Aunque en principio se especuló que una extorsión estaría detrás del ataque sicarial ocurrido en una tienda del barrio San Roque de Barranquilla, las autoridades empezaron a dejar de lado esta hipótesis ante nuevas pesquisas que apuntan a un lío pasional como móvil del atentado que dejó muerto a Charli Agámez Cano, más conocido como ‘Gordo Charli’.
La víctima, de 35 años, y quien llevaba tan solo diez días trabajando en esta tienda, se encontraba cumpliendo sus labores cuando, en dicho establecimiento comercial, irrumpió un hombre armado que le disparó en repetidas oportunidades y se dio a la huida con rumbo desconocido.
Su padre, Carlos Agámez, contó que a pesar de que Charli fue trasladado hasta el Hospital General de Barranquilla, los médicos allí confirmaron su deceso minutos después de su ingreso.
"Él era mototaxista y en estos días se puso a cuidar una tienda porque el señor (propietario) le pidió el favor que le ayudara a cuidarla", recordó su padre.
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"Esa noche yo estaba acostado en mi casa y me llamaron, entonces me fui corriendo al hospital y cuando llegué, él ya estaba ahí tirado", dijo.
La Policía confirmó que Charli no contaba con anotaciones judiciales y su asesinato se suma a tres homicidios que se cometieron casi que en simultáneo entre los municipios de Malambo, Puerto Colombia y Baranoa, siendo que en esta última población atacaron a bala a dos hermanos.
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