Para Cristina María Restrepo es inentendible cómo murieron las abejas de las 1.000 colmenas que tenía bajo su cuidado en un predio ubicado en zona rural de Montería.
En medio de una visita rutinaria realizada en días pasados, Restrepo encontró a gran parte de sus abejas agonizando, mientras que en 520 colmenas no encontró ni un solo rastro de vida.
Según sus cuentas, serían más de 120 millones de abejas las afectadas por un caso de intoxicación que aún no ha sido determinado, pero que, según ella, podría estar asociado a la presencia de un relleno sanitario en el sector, en el que es utilizado un alto número de químicos para contener olores y plagas.
Debido a que las abejas son especies vulnerables a estos componentes, algunas pudieron intoxicarse y, al volver a sus panales, contaminaron sus entornos, causando este episodio de mortandad.
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"La gente no ve la magnitud de lo que pasó. Esto es gravísimo para el medio ambiente. Nunca antes en Colombia se había visto un episodio así de masivo", contó la mujer.
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Por esta situación, quedó en riesgo la producción de al menos 46 toneladas de miel, pues de cada colmena se obtenía anualmente entre 40 y 50 kilos, lo que dio lugar a la apertura de una investigación por parte del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), para determinar que pudo causar este episodio que afecta el empleo de decenas de familias de la zona.
Desde la Asociación de Mujeres Productoras de Miel de Abejas del Caribe, la manera en la que murieron las abejas aporta la evidencia de que todo fue causado por errores en el manejo ambiental de la zona por parte de terceros.
"Al ver la forma de muerte de las abejas y el estado actual de la población restante, la cual presenta temblores, espasmos, desorientación, movimientos lentos e incapacidad de volar, concluimos que estamos ante un presunto caso de muerte por intoxicación", señalan en un comunicado.