En la madrugada de este 24 de diciembre, comerciantes de lechona en Bogotá trabajaron intensamente para preparar el tradicional plato navideño. Sin embargo, este año enfrentaron dificultades debido al incremento en los costos de insumos básicos, como el cuero y la carne de cerdo, lo que ha impactado directamente tanto a los vendedores como a los comensales.
Uno de los principales problemas denunciados por los comerciantes es la escasez de cueros de cerdo nacionales, insumo esencial para la preparación de la lechona. Según los vendedores, esta situación los obligó a comprar cueros de Chile, lo que ha incrementado significativamente los costos.
Por qué sube la lechona en Bogotá
“Un cuero para una lechona
podía costar entre $120.000 y $150.000 el año pasado, y de un cuero se podían hacer dos completas. Ahora, con la materia prima importada, los precios se han disparado, afectando tanto a nosotros como comerciantes como a los clientes”, afirmó uno de los vendedores a Blu Radio.
El precio del cuero, que anteriormente costaba cerca de $150.000 con materia prima nacional, ha subido debido a la importación y los costos asociados, lo que ha hecho que preparar completas con cabeza sea casi inviable para muchos negocios.
Cuánto subirá la lechona en Bogotá
El impacto de esta crisis se refleja directamente en el costo del plato final. Por ejemplo, un cojín de lechona, que es la presentación más común y que incluye carne y otros ingredientes envueltos en cuero, tenía un precio de $150.000 el año pasado. Este año, el mismo producto cuesta unos $270.000.
“Esto afecta a las familias bogotanas que ahorran para su cena navideña y se encuentran con la sorpresa de que los precios se han duplicado”, señaló el comerciante.
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Además de los altos costos, los vendedores enfrentaron problemas con los hornos utilizados para cocinar las lechonas. Muchos hornos que funcionan con gas presentaron una disminución en la fuerza de las llamas, lo que afectó la cocción adecuada de los productos.
Para superar este obstáculo, los comerciantes se vieron obligados a establecer turnos entre ellos, alternando horarios de descanso y trabajo para poder hornear las lechonas en el tiempo disponible.
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Escuche el reporte completo del Ojo de la noche en el audio adjunto:
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