La constructora española Copasa sometió a arbitraje internacional el litigio que mantiene con el Gobierno por incumplimiento de contrato en la licitación para reedificar el Hospital de San Juan de Dios de Bogotá, por el que reclama 23,3 millones de euros (26 millones de dólares).
En 2020, la Alcaldía Bogotá adjudicó a la Sociedad Anónima de Obras y Servicios (Copasa) la reconstrucción del hospital, el más antiguo de la ciudad, por un importe total de 420 millones de euros.
Entre las obras previstas por la empresa española figuraba la demolición de la torre principal del edificio, declarada bien de interés cultural, operación que no obtuvo la autorización del Ministerio de Cultura de Colombia.
El Gobierno colombiano rescindió unilateralmente el contrato, lo que ha motivado la reclamación de Copasa.
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El Consejo de Estado de Colombia ha expresado dudas sobre la necesidad de llevar a cabo las obras en el hospital, y el presidente colombiano, Gustavo Petro, se ha manifestado también contrario a la demolición de la torre.
Por todo ello, la renovación del hospital se aplazaría hasta 2029, en opinión del consistorio de Bogotá.
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El rechazo de Carlos Fernando Galán
El alcalde Carlos Fernando Galán respondió al Gobierno nacional por la decisión de terminar el contrato de remodelación y adecuación del Hospital San Juan de Dios de Bogotá, expresando: "No fuimos consultados y no permitiremos que se afecte el patrimonio de la ciudad".
En una entrevista conNéstor Morales en Mañanas Blu, Galán afirmó que tomará medidas para preservar el patrimonio y defender la autonomía de la capital.
Subrayó que buscarán otras alternativas y llamó al presidente Gustavo Petro a "respetar" la autonomía territorial. Recordó que aunque Petro fue alcalde de Bogotá en el pasado, ya no lo es y debe abstenerse de tomar decisiones que impacten a los ciudadanos.
"Vamos a actuar aquí. Voy a evaluar qué otras decisiones podemos tomar para preservar el patrimonio de Bogotá y defender su autonomía. El Gobierno nacional ha menoscabado constantemente la autonomía de Bogotá. El presidente fue alcalde, pero debe respetar la voluntad popular y la autonomía de esta ciudad", recalcó Galán.
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Afirmó que el Gobierno Petro no puede inmiscuirse en todas las decisiones que tomaron en su administración, incluyendo temas como salud, humedales y ordenamiento territorial. Concluyó que no pueden seguir "entrometiéndose".
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