Luego de las graves inundaciones que se registraron en la Autopista Norte de Bogotá , que causaron caos en la zona con vehículos particulares, rutas escolares y buses atrapados, el presidente Gustavo Petro lanzó una propuesta: hacer un viaducto de 3.5 kilómetros sobre la zona de interconexión de la reserva Thomas Van Der Hammen y los humedales Torca y Guaymaral.
Al respecto se pronunció Juan Mariño, gerente de la concesión Ruta Bogotá Norte. En diálogo con Mañanas Blu, con Néstor Morales, se refirió a la polémica sobre cómo debería ser la ampliación de este tramo, si con viaducto o un puente, calzada doble o elevada u otra.
Según respondió, desde Ruta Bogotá Norte han evaluado y considerado todas alternativas, pero la mejor solución es un diseño “elevado en los puntos donde actualmente es baja”. Esto, aclaró, con un diseño que corresponde a las necesidades actuales.
“La mejor alternativa es la solución que estamos planteando. Es la mejor alternativa ambiental y técnica. La opción de viaducto tiene unas afectaciones y no hablo de lo económico o contractual, afectaciones ambientales que penderían a que fuera peor esa solución a la que estamos planteando”, señaló.
Yo diría que el presidente no se equivoca cuando es elevar la autopista y claro que lo que hay que hacer es elevar la autopista. Nuestro diseño eleva la autopista en los puntos donde la autopista ya es baja (…) La gran diferencia es, uno, que, si se levanta, ya empieza a afectar los humedales, que es nuestra prioridad, es intocable. Lo que debemos hacer es buscar esa reconexión ecosistémica, que es la que estamos logrando con este diseño
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Esta es la propuesta, en concreto: cuatro metros
“La autopista empieza donde está la salsamentaria, ahí empezamos más o menos con un metro, que es lo que exige el diseño. En el punto más alto, donde se inundó ahorita, ahí ya es una elevación hasta de cuatro metros y vuelve a bajar junto a donde se empalma con el otro acceso”, detalló sobre el proyecto.
En ese sentido, dijo que la parte oriental de la Autopista es más alta que la parte occidental y por eso, explicó, cuando hay fuertes lluvias se inunda en mayor medida la calzada occidental.
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No es una “serpiente”
Mariño explicó que “se va elevando en la medida en que se va requiriendo y dependiendo de la topografía de la zona”. Para el usuario, precisó, es el que va por encima de la autopista y es ligeramente imperceptible.
“No es que vaya como una serpiente subiendo y bajando en los puntos. La autopista debe tener una geometría y no debe tener esas curvas verticales que de pronto se darían si hiciéramos solo unos pasos elevados”, recalcó.