Secretaría de Seguridad Bogotá habla de “ceguera” ante riesgo evidente de aumento de armas

El secretario de Seguridad de Bogotá, César Restrepo, se pronunció sobre los recientes hechos de violencia ocurridos en la ciudad, específicamente, en el barrio San Bernardo, donde se registró una explosión que dejó tres personas muertas.En diálogo con Recap de Blu Radio, habló sobre este lamentable hecho y también sobre el control y uso de artefactos explosivos y, armas en Bogotá, que ponen en alerta la seguridad de los ciudadanos.Según dijo, la Policía ha trabajado en la recolección y estructuración de información para identificar a los responsables de estos atentados. Además, enfatizó que los focos de criminalidad se han multiplicado en las ciudades debido a la falta de control del tráfico de armas, que se intensificó tras la firma de los acuerdos de La Habana.“Después de la firma de los acuerdos de La Habana, el país, de manera un poco ingenua, no consideró que el control de armas se convertía en un factor fundamental para la construcción de seguridades por los remanentes de armas que quedaban de las unidades guerrilleras que habían desmovilizado, pero adicionalmente por el aumento de las economías criminales, como el aumento de la producción de cocaína que financia el tráfico de armamentos desde el exterior”, precisó.Restrepo argumentó que el aumento de la producción de cocaína ha financiado el tráfico de armamento, tanto desde el interior como desde el exterior del país. De acuerdo con él, desde el año 2016 hay una especie de “ceguera” frente a un riesgo evidente en el país.“Así que llevamos desde el año 2016 en una clase de ceguera frente a un riesgo que es evidente en países que tienen situaciones post conflicto y que tiene factores de criminalidad desbordados y, las armas hoy en día inundan las ciudades y los explosivos para mayor gravedad también”, aseveró.Por eso, hizo un llamado a la acción, indicando que se necesita una política nacional integral que combine inteligencia y operaciones para desmantelar las redes de tráfico y confiscación de armas. Insistió en que el problema no puede ser resuelto únicamente a nivel local, donde la Alcaldía enfrenta una presión constante sin los recursos adecuados.Sobre el papel del Gobierno nacional en la estrategia de seguridad pública, lamentó que, a pesar del aumento en el presupuesto de seguridad a nivel distrital, a nivel nacional los recursos han ido disminuyendo.Aseguró que la lucha contra el tráfico de armas y narcóticos supera las capacidades de las autoridades locales.Al respeto también se refirió Roberto Angulo, secretario de Integración Social de Bogotá. Según señaló, lo ocurrido en el barrio San Bernardo y otros hechos de violencia tienen tres visiones que se deben analizar porque resulta ser una problemática grave.“Esto tiene tres aristas, una arista de la seguridad, una arista del componente urbanístico y una arista social. San Bernardo, además de ser un centro de criminalidad en Bogotá, es un epicentro de exclusión (…) Porque un epicentro es un centro que atrae a la población más excluida de Bogotá", indicó. Angulo dijo que a esta parte de la ciudad "van a parar" habitantes de calle, población que vive en inquilinatos tipo paga diarios, "que son los que ya han perdido una residencia habitual"; indígenas en Embera que también están asentados en Bogotá en situación de "exclusión extrema" y hay también víctimas del conflicto armado, según explicó.