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Racionamiento en Bogotá: ¿fenómeno de El Niño o falta de planeación?

El director de la CAR Cundinamarca, Alfred Ballesteros, explicó su posición sobre el proyecto de Chingaza II, una propuesta para expandir la capacidad de abastecimiento de agua a Bogotá.

Embalse de San Rafael que pertenece a la región Bogotá-Cundinamarca.
Este es el nivel de los embalses en Bogotá-Cundinamarca: Chingaza está al 16 %
Foto: Alcaldía de Bogotá.

La crisis de agua en Bogotá ha levantado un sinfín de opiniones y acusaciones entre factores climáticos y decisiones administrativas. Alfred Ballesteros, director de la CAR Cundinamarca, en Mañanas Blu, con Camila Zuluaga, destacó que la emergencia no es solo el resultado de una falta de planeación, sino también de un fenómeno de El Niño fuera de lo normal.

Asimismo, se habló sobre el proyecto de Chingaza II, una propuesta para expandir la capacidad de abastecimiento de agua a Bogotá. Sin embargo, esta iniciativa enfrentó obstáculos significativos debido a preocupaciones ambientales, especialmente la preservación de los páramos, ecosistemas vitales para el ciclo hídrico de la región.

Precisamente, Ballesteros subrayó la importancia de considerar otras alternativas antes de proceder con Chingaza II. Entre estas, mejora de la gestión de las cuencas existentes y la incorporación de tecnologías para el aprovechamiento de aguas lluvias y reúso de aguas residuales.

Personalmente, considero que es preferible evaluar las otras alternativas antes de evaluar Chingaza II. Podemos revisar primero la posibilidad de la cuenca alta del río Bogotá, de cómo mejorar las condiciones ecosistémicas allí con actividades de compra de predio, de restauración, de mejor manejo de los embalses que hacen parte del agregado Norte, para que podamos darle a Bogotá ese caudal adicional
explicó Ballesteros.

En ese sentido, contrario a la percepción de que el racionamiento de agua se debe exclusivamente a la falta de planeación o ejecución de obras necesarias, Ballesteros apuntó a una conjunción de factores, donde el fenómeno de El Niño ha jugado un rol crítico. Según indicó, los registros históricos muestran que los embalses de la región no estaban excepcionalmente bajos al inicio de la temporada; sin embargo, un Niño de intensidad inusual exacerbó la situación al reducir drásticamente las precipitaciones esperadas.

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“Lo que sucede es que el fenómeno de El Niño que tuvimos fue de una intensidad, como lo señalaban ustedes en los medios, por fuera de todo registro histórico. Tuvimos temperaturas que no habíamos visto nunca en la cuenca, una disminución de precipitaciones que tampoco la habíamos visto nunca”, agregó.

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