En una reunión convocada por la Procuraduría General de la Nación, liderada por el procurador delegado Gustavo Guerrero, las autoridades distritales, nacionales y la concesionaria Accesos Norte avanzaron en soluciones para la ampliación de la Autopista Norte, obra clave para la movilidad de Bogotá y su región metropolitana.
El encuentro se centró en los retrasos asociados a la licencia ambiental, cuyo archivo en mayo pasado paralizó el proyecto entre las calles 191 y 245. Durante la reunión, se acordó que el concesionario radicará un nuevo estudio de impacto ambiental antes de finalizar noviembre de 2024, con miras a que la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) emita su concepto en 2025. Según Guerrero, esto permitirá iniciar las obras a mediados del próximo año y culminarlas en 2029.
Ante los estragos causados por las lluvias recientes, como el desbordamiento en el humedal Torca-Guaymaral, la Alcaldía Mayor de Bogotá anunció medidas inmediatas para prevenir emergencias. Según Guerrero, se instalaron estaciones pluviométricas que activan alertas tempranas y protocolos de gestión del tráfico. Además, el distrito trabaja en coordinación con municipios vecinos como La Calera y Cota para establecer planes de contingencia regionales.
El secretario general de Bogotá, Miguel Silva, aseguró que el concepto que emitieron el pasado 15 de noviembre a la ANI busca mejorar la conexión hidráulica entre humedales y facilitar pasos de fauna. Silva subrayó que las correcciones realizadas en los diseños han sido revisadas con criterios unificados entre las entidades del distrito.
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La Procuraduría insistió en la importancia de superar los obstáculos administrativos para evitar que problemas de movilidad y emergencias climáticas sigan afectando a los ciudadanos. “Hemos requerido al concesionario, la ANI y la Alcaldía a que reporten avances en cada hito del cronograma, porque esta obra no puede esperar”, afirmó Guerrero.
Por su parte, Silva destacó que, aunque el proyecto es liderado por la ANI, la administración distrital está comprometida en facilitar su ejecución. “Gana Bogotá si todas las entidades trabajan de manera coordinada. Esta es una obra que la ciudad necesita urgentemente”, concluyó.
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Si bien las lluvias extraordinarias recientes —que según expertos corresponden a periodos de retorno de hasta 27 años— complicaron la situación, el compromiso de las partes apunta a solucionar los problemas estructurales y garantizar la viabilidad de una autopista moderna, sostenible y funcional para los habitantes de Bogotá y la región central.
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