La Procuraduría General de la Nación abrió este sábado, 1 de junio, dos agencias especiales para intervenir el trámite de procesos administrativos de restablecimiento de derechos, por dos casos: el de los hijos de Steffany Barranco y el del hijo de Natalia Vásquez, las dos recientes víctimas de feminicidio en Bogotá.
“El Ente de Control ha asignado dos agencias especiales para intervenir como Ministerio Público en los procesos de restablecimiento de derechos para la adopción de medidas en favor de los menores de edad, hijos de las víctimas”, señaló Viviana Mora Verbel, procuradora delegada para la Defensa de los Derechos de la Infancia, la Adolescencia, la Familia y la Mujer.
La persona designada por parte del ente de control es Pablo Badillo García, procurador 246 judicial I para la Defensa de los Derechos de la infancia, quien estará presente en la habitación del proceso de restablecimiento de derechos en favor de sus tres menores de edad por parte del ICBF.
“Reiteramos que la Procuraduría General de la Nación ha dispuesto el CAPRO Mujeres para orientar a las víctimas sobre las rutas de atención de estas violencias y para hacer seguimiento a los casos cuando se advierta que las autoridades no han actuado con debida diligencia”, destacó la procuradora Mora.
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Cuáles son los hechos de feminicidio en Bogotá
El primer caso ocurrió el miércoles 29 de mayo, en el centro comercial Santa Fe la pareja sentimental de Steffany barranco, cuando su pareja sentimental llegó al establecimiento donde ella trabajaba, allí se presentó una fuerte discusión y el hombre habría sacado un arma blanca apuñalandola en reiteradas ocasiones, lo que le causó la muerte . Después del hecho pse hirió con la misma arma en la cara y abdomen por lo que ahora se encuentra en el hospital Simón Bolívar recibiendo atención a sus heridas.
El segundo caso ocurrió el pasado jueves en la localidad de Suba, en el que la pareja sentimental de Natalia Vásquez fue herida varias veces con un arma blanca, después de llegar a su vivienda. El feminicida se quitó la vida y dejó huérfano a un niño de tan solo tres años que en este momento está bajo la protección del ICBF.