El aumento de los llamados amanecederos o clubes sociales que operan como sindicatos hasta altas horas de la madrugada en Bogotá tiene encendidas las alarmas entre autoridades y habitantes de distintas localidades.
Estos establecimiento han encontrado un vacío legal que les permite eludir los controles y operativos de la Policía y las alcaldías locales, generando un ambiente de inseguridad e ilegalidad.
El caso más reciente ocurrió en la localidad de Antonio Nariño, donde las autoridades locales y la Policía intentaron realizar un operativo de control en varios de estos sitios el pasado jueves. Sin embargo, según lo expresado por el alcalde local, Danilson Guevara al Ojo de la noche, los dueños de estos locales impidieron el ingreso de los funcionarios, argumentando que operan bajo la figura de "sindicatos".
Cómo funcionan los amanecederos
Estos locales, que formalmente se presentan como sindicatos ante el Ministerio del Trabajo, obtienen una personería jurídica especial que les permite evitar cumplir con requisitos que los bares y discotecas deben seguir. Bajo este marco legal, no requieren registros ante la Cámara de Comercio, inspecciones de los Bomberos ni permisos de la Secretaría de Salud, expresó el alcalde Guevara.
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El mandatario local señaló que esto representa un grave problema para la seguridad y la salud pública: “No podemos verificar si los productos que venden dentro son legales, si hay menores de edad consumiendo alcohol, si cumplen con las normas de seguridad, e incluso si están facturando de manera correcta”.
El aumento de estos lugares, particularmente en zonas del sur de la ciudad, ha generado un clima de creciente inseguridad. Los vecinos se han quejado de la música a alto volumen, las riñas en las calles cercanas y el ambiente de ilegalidad que rodea a los amanecederos.
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Escuche el reporte completo del Ojo de la noche en el audio adjunto: