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Paro de camioneros en Bogotá: más de un millón de estudiantes afectados

El paro de camioneros, que ya completa tres días, afecta gravemente a Bogotá. Miles de estudiantes de colegios públicos afectados.

Paro camionero en Bogotá, 4 de septiembre
Paro camionero en Bogotá, 4 de septiembre
Foto: Blu Radio

Bogotá enfrenta una difícil situación debido al paro de camioneros que ha generado un gran impacto en distintos sectores, siendo la educación uno de los más afectados. Más de un millón de estudiantes se han visto forzados a interrumpir su asistencia a las aulas, lo que ha causado preocupación tanto en los padres de familia como en las autoridades.

La secretaria de Educación de Bogotá,Isabel Segovia , habló sobre la gravedad de la situación en una entrevista concedida esta mañana.

El impacto educativo del paro

Isabel Segovia expresó su frustración por los efectos del paro en la educación pública de Bogotá, comparando la situación actual con los momentos más duros de la pandemia.

"Los niños están siendo particularmente afectados", afirmó, recordando cómo las decisiones que toman los adultos suelen repercutir en los más vulnerables.

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Nos vimos obligados a cerrar el sistema público hoy, justamente porque, aunque las familias logran llegar a los colegios, los docentes y el personal administrativo no lo están logrando
agregó

Según las estimaciones de la secretaria, más de 730.000 niños y jóvenes del sistema educativo público se encuentran sin clases, mientras que otros cientos de miles en colegios privados, especialmente en las zonas periféricas de la ciudad, también han sido afectados debido a los bloqueos en las vías. En total, se calcula que más de un millón de estudiantes en Bogotá han visto interrumpida su educación debido a la falta de transporte y seguridad en las rutas.

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"Estamos hablando de más de un millón de niños, niñas y jóvenes afectados hoy por la falta de servicio educativo", puntualizó Segovia.

Esto incluye tanto a los estudiantes que no pueden llegar a sus escuelas como aquellos cuyas instituciones han optado por la virtualidad como medida temporal, aunque esta no es una opción viable para la mayoría de las familias del sector público.

Alimentación escolar en riesgo

Otro de los grandes problemas derivados de esta crisis es la interrupción del servicio de alimentación escolar, fundamental para miles de estudiantes en la ciudad.

"Ayer logramos entregar refrigerios y comida caliente en la mañana, pero ya en la tarde tuvimos muchos inconvenientes con el transporte de la alimentación", explicó la secretaria de Educación.

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Hoy estamos más complicados, no vamos a poder administrar la alimentación escolar
agregó Segovia.

 Este problema se suma a la incertidumbre que enfrentan las familias y estudiantes, quienes además de ver interrumpido su proceso educativo, no tienen garantizado un acceso adecuado a los alimentos. Para muchas familias de bajos recursos, la alimentación que reciben sus hijos en las escuelas es una necesidad vital, y la interrupción de este servicio pone en riesgo el bienestar de los estudiantes más vulnerables.

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Infraestructura limitada y opciones virtuales

Cuando se le preguntó a la secretaria sobre la posibilidad de recurrir a la virtualidad, similar a lo implementado durante la pandemia, Segovia fue contundente al señalar las limitaciones que enfrentan los colegios públicos de Bogotá y las familias que dependen de ellos.

"Realmente no permiten una virtualidad. Eso fue un cuento que nos echamos durante muchos meses para mantener los niños encerrados", afirmó en referencia a las dificultades que surgieron durante la pandemia.

Aunque algunos colegios privados más privilegiados han optado por implementar clases virtuales, la secretaria reconoció que incluso en esos casos la virtualidad no es la solución ideal.

"Nosotros lo que estamos tratando de organizar es que parte de las actividades de las jornadas pedagógicas que suceden en los colegios sin los niños, los maestros y la comunidad educativa las empiecen a trabajar en clase", explicó.

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Consecuencias a largo plazo y la necesidad de diálogo

Uno de los principales temores de las autoridades educativas es que, si el paro persiste, se vean obligados a modificar el calendario escolar, afectando así el cierre del año académico. Isabel Segovia mencionó que el sistema educativo tiene la posibilidad de reorganizar algunas jornadas pedagógicas y hacer uso del tiempo de vacaciones, pero esto depende de cómo evolucione la situación.

"Estamos en un proceso y efectivamente lo que pasa cuando tenemos que suspender clases por bastante tiempo es que empezamos a usar un poco el tiempo de vacaciones", comentó.

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Por último, la secretaria hizo un llamado a la cordura y al diálogo entre los diferentes actores involucrados en el paro.

"Este es un llamado a todos nosotros los adultos, al Gobierno nacional, a los manifestantes, para que dejáramos de afectar la educación y el derecho al cuidado y a la alimentación de los niños", concluyó Segovia, enfatizando la necesidad de proteger los servicios esenciales que dependen de la movilidad en la ciudad.

La incertidumbre del transporte escolar

Un tema adicional que ha generado inquietud es la participación de algunos transportadores escolares en las protestas. Aunque hasta el momento no ha habido problemas significativos con los transportadores que movilizan a los niños del sistema público, Segovia señaló que la situación podría cambiar si el paro se prolonga y se suman otros sectores.

"Ayer no tuvimos afectaciones y los transportadores colaboraron, pero los bloqueos siguen siendo una amenaza", explicó.

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