El desplazamiento forzado de la comunidad emberá hacia Bogotá ha estado latente desde el año 2001. Este fenómeno social se ha dado en algunas ocasiones debido a la violencia en sus territorios y por la falta de oportunidades laborales, educativas y de salud que experimentan los miembros de esta comunidad, quienes en su mayoría provienen del departamento de Risaralda.
Desde esa época hasta hoy, 24 niños de la comunidad han fallecido en el marco de estos desplazamientos forzados; algunos han muerto en los recorridos hacia Bogotá y otros en medio de los asentamientos que instalaron en diferentes puntos de la ciudad.
Desde la Secretaría de Integración Social del Distrito presentaron las cifras de cómo el reciente episodio de migración de la comunidad Emberá ha incidido en una serie de posibles vulneraciones a los derechos de los niños.
Según indican, gracias a la presencia de un Puesto de Mando Unificado, encontraron preservativos usados y prendas de vestir de niños en la zona norte del parque, indicios que los llevaron a presentar una denuncia en la Fiscalía, quienes adelantan la investigación y recolección de relatos de menores que estarían siendo víctimas de explotación sexual y comercial.
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Aparte de esta violencia sexual comercial, los menores también serían víctimas, en algunos casos, de abuso sexual dentro del contexto familiar.
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