La reciente salida de los miembros de la comunidad Emberá del Parque Nacional y quienes estuvieron asentados por cerca de 11 meses, antes de volver a sus territorios de los que habían salido principalmente por problemas de violencia, dejó en evidencia las vulneraciones de derechos que sufrieron los niños de esta comunidad durante su estancia en Bogotá .
Las cifras del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar hablan de más de 30 casos de niños, niñas y adolescentes que fueron sujetos de restablecimientos de derechos por violencia, explotación laboral y en algunos casos, abuso sexual.
Sin embargo, pese al retorno de cerca de 600 de estos indígenas, aún queda un grupo significativo en la Unidad de Protección Integral, UPI, de la Rioja y La Florida, por lo que el Distrito activó un plan para acercar a los niños que están en centros con la educación y la recreación y así evitar nuevas vulneraciones a sus derechos.
Desde la Secretaría Distrital de Integración Social explicaron que desde hace dos semanas empezaron un trabajo intensivo en La Rioja con el equipo de Integración Social, en particular con el equipo de infancia. La idea era ofrecer los servicios de los Centros Amar.
Publicidad
En estos centros, según la entidad, recibirán acompañamiento pedagógico y actividades artísticas que potencien el desarrollo de habilidades para la vida, habilidades para el mundo escolar y capacidades socio-democráticas para el ejercicio de sus derechos.