La instrucción era estar a “una distancia prudente y solamente intervenir cuando fuese necesario”, aseguró el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, sobre lasmarchas de este 8 de marzo por parte de colectivos y grupos de mujeres, que terminó en la dispersión de manifestantes con gases lacrimógenos, según denuncias, por el antiguo Esmad, ahora llamado Unidad Nacional de Diálogo y Mantenimiento del Orden (UNDMO).
Sin embargo, en diálogo con Mañanas Blu, con Néstor Morales, el alcalde Galán explicó que, de acuerdo con la información de los hechos, no se utilizó gas lacrimógeno, sino herramientas conocidas como aturdidoras, que solo emiten ruido y que no representan una amenaza para las personas . En ese sentido, reconoció que sí hubo fallas en el alumbrado de esa zona de la ciudad y en la disponibilidad de los accesos.
Lo que ocurrió en la Plaza de Bolívar, puntualizó, no fue por instrucción de la Alcaldía y tampoco del mando de la Policía, “fue una decisión que la norma faculta a un miembro de la UNDMO a tomar esta decisión en terreno", sin una orden.
“(…) Hubo dos fallas adicionales que reconocemos. Uno, que la iluminación de la Plaza de Bolívar ha tenido problemas desde enero, gradualmente, y no se ha resulto por un corto circuito; no fue de esa noche, desde antes tenía problema la iluminación. Finalmente, la plaza tiene ocho entradas y de esas cuatro estaban cerradas, repito, no esa noche específica, días anteriores”, insistió Galán.
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Dijo que dos de esos accesos, que van hacia el Palacio de Nariño, están actualmente cerrados por “razones de seguridad” a la Presidencia.
El mandatario local recalcó que los gestores que estaban siguiendo las protestas informaron que no hubo actuaciones desmedidas, esto, ante las denuncias de agresión por parte de la Policía o exceso de fuerza hacia las mujeres que estaban manifestándose. En ese sentido, dijo que, en estos eventos multitudinarios, el protocolo exige que siempre haya acompañamiento policial e intervención de la fuerza pública solo si es necesario; ya se está investigando.
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“La instrucción era no estar, por parte de la UNDMO, a lo largo de la marcha, solamente intervenir cuando fuera necesario; estar a una distancia prudente que garantizara que no hubiera tensión entre los diferentes actores (…) Básicamente, la marcha se desarrolló en su mayoría pacifica, pero hubo algunos momentos de tensión, como la destrucción de perderos de transporte público, vandalismo a estaciones de TransMilenio, pero se resolvió”, contó.
Vea la entrevista completa en Mañanas Blu, con Néstor Morales: