Bogotá, la capital colombiana, se caracteriza por su clima fresco y variado a lo largo del año. Actualmente, la temperatura promedio se mantiene en 13.1 ºC, con máximas que oscilan entre 18 y 20ºC al mediodía. Sin embargo, en las madrugadas, especialmente durante la temporada seca de inicio de año, las mínimas pueden descender a menos de 5ºC, según información proporcionada por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam).
De acuerdo con el Ideam, la temporada de lluvias en Bogotá se extiende de abril a noviembre, mientras que la temporada seca abarca de diciembre a marzo.
Actualmente, nos encontramos en una época de menos lluvias debido a la influencia del Fenómeno de El Niño, lo que implica cierta variabilidad en el estado del tiempo.
Mapa de lluvias en Bogotá
La humedad promedio en Bogotá se mantiene en un 75%. Por esta razón, las autoridades locales hacen un llamado a la precaución durante este periodo.
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Se recomienda a los ciudadanos salir bien abrigados y llevar una sombrilla en previsión de lluvias, así como utilizar bloqueador solar en caso de tiempo seco. Además, se insta a conducir con precaución para reducir el riesgo de accidentes en las cambiantes condiciones climáticas.
A nivel nacional, Colombia exhibe una diversidad climática marcada por sus distintas regiones geográficas. En la costa atlántica, el clima es más cálido y húmedo, con temperaturas promedio de 27 grados Celsius y una humedad relativa del 80%. En contraste, la costa pacífica presenta un clima más fresco y seco, con temperaturas promedio de 24 grados Celsius y una humedad relativa del 70%. En el interior del país, el clima es más templado, con temperaturas promedio que oscilan entre los 15 y los 25 grados Celsius.
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Si bien la temporada de lluvias en Colombia generalmente se extiende de abril a noviembre, y la temporada seca va de diciembre a marzo, es importante tener en cuenta que las precipitaciones pueden variar significativamente de una región a otra.
Colombia experimenta fenómenos climáticos comunes como lluvias intensas, vientos fuertes y, aunque menos frecuentes, huracanes. Las lluvias intensas pueden desencadenar inundaciones y deslizamientos de tierra, mientras que los vientos fuertes pueden ocasionar daños en infraestructuras. Aunque los huracanes son menos habituales, su impacto puede ser severo.
Ante esta diversidad climática y la variabilidad asociada, se enfatiza la importancia de seguir las recomendaciones de las autoridades para garantizar la seguridad y el bienestar de la población en todas las regiones del país.
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