La Policía y el Acueducto lograron identificar el fraude que venía llevando a cabo un lavadero de carros en el barrio San Rafel de la localidad de Puente Aranda. Fue gracias al análisis de datos de consumos históricos y al seguimiento permanente que se detectó que ese establecimiento se robó más de 14.000 metros cúbicos de agua que están avaluados en más de 115 millones de pesos.
Luego de la inspección y del uso de tecnología, el Acueducto identificó a pocos pasos de la conexión legal del medidor de agua, una desviación de la tubería que, sin pasar por el contador, ingresaba al local y llenaba un tanque agua de 10.000 litros con el que se prestaba el servicio de lavado de los vehículos.
Con la identificación del fraude, la Policía procedió a realizar la suspensión de la actividad económica y el sellamiento del lavadero de vehículos dada la conducta descrita en el numeral 13 del Artículo 92 del Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana.
Al ser sorprendido en flagrancia, el propietario del lavadero de vehículos suscribió un acuerdo de pago en el que se comprometió a cancelar el valor de los metros cúbicos defraudados por medio de la conexión clandestina que tenía instalada de forma ilegal para el funcionamiento de su establecimiento de comercio.
“Cabe precisar que las conexiones clandestinas para apropiarse del fluido del agua sin pagar su consumo configuran el delito de defraudación de fluidos agravado, que prevé una pena privativa de la libertad de 36 a 108 meses y multas de hasta de 150 salarios mínimos legales vigentes”, indicó el Acueducto.