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Joven no creía en la ‘maldición de Monserrate’ y fue víctima: todo terminó mal

Un joven bogotano compartió cómo se convirtió en víctima de la "maldición de Monserrate" al subir con compañía.

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Joven no creía en la ‘maldición de Monserrate’ y fue víctima
Foto: felipesua23

Monserrate, uno de los destinos más icónicos de Bogotá, no solo cautiva por su impresionante belleza, sino también por una leyenda urbana que advierte sobre una supuesta "maldición" para las parejas que lo visitan sin estar casadas. Según esta creencia arraigada, la relación entre los enamorados podría deteriorarse o surgirán problemas después de la visita.

Por medio de redes sociales, Felipe Sua, un joven bogotano, compartió cómo se convirtió en víctima de esta "maldición" al subir con una mujer extranjera con quien mantenía una amistad desde hacía año y medio.

"Aunque había oído hablar de la 'maldición de Monserrate', nunca le di importancia hasta que me ocurrió a mí", declaró Felipe en el video.

Ambos eran colegas que previamente solo se conocían por comunicación remota. La mujer decidió viajar a Colombia para encontrarse con Felipe, quien se ofreció a ser su guía en el país.

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"A finales del año pasado, me dijo que quería visitar Medellín y nos acercamos mucho porque ella no conocía a nadie más en Colombia y yo era su único contacto", relató Felipe.

Luego, ella anunció que finalmente visitará Bogotá. Dado que ella no hablaba español, Felipe la guió telefónicamente sobre cómo moverse por la ciudad. Juntos exploraron la capital, compartieron comidas y disfrutaron del Salitre, antes de decidir subir juntos a los cerros orientales en un día laborable, cuando ningún otro amigo pudo acompañarlos.

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"Pero todo cambió tan pronto bajamos de Monserrate", afirmó Felipe. Después de esa experiencia en la montaña, la mujer le pidió a Felipe que le permitiera quedarse en su casa durante tres meses como un favor, a lo cual él accedió. Sin embargo, con el paso del tiempo, las cosas empezaron a desmoronarse.

Días después, la mujer decidió regresar a su país argumentando problemas de salud, lo cual desconcertó a Felipe. A pesar de haber planeado reunirse en Medellín para despedirse, un cambio de planes de un amigo en común frustró su encuentro y, finalmente, cada uno siguió su propio camino.

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