Desde la Consejería para la Paz y Víctimas de Bogotá enviaron una carta a Lilia Solano, directora de la Unidad para la Atención a las Víctimas del Gobierno nacional, en la que insisten en la importancia de cumplir con los acuerdos alcanzados antes del retorno y la salida de los indígenas Emberá, quienes estuvieron cerca de un año asentados en el Parque Nacional.
“Hoy consideramos que el proceso se ve amenazado por la incertidumbre y la falta de respuestas respecto al proceso de reubicación de las más de 130 personas alojadas transitoriamente en distintos albergues del Distrito", señaló Isabelita Mercado, consejera de Paz y Víctimas de Bogotá.
"El Distrito asumió el alojamiento transitorio de esta población con el compromiso de que la reubicación se daría a más tardar el 8 de noviembre. Este compromiso fue incumplido y, hasta el momento, no hemos recibido comunicación oficial sobre cuándo se dará el traslado, por parte de la entidad que usted dirige”, añadió la funcionaria.
Este acuerdo se había logrado el pasado mes de septiembre, después de la salida de los indígenas. Por ello, el Distrito estuvo a cargo de este alojamiento temporal por dos meses, según lo pactado. Sin embargo, durante estos dos meses, han enviado oficios y comunicaciones alertando sobre la insuficiencia de recursos para atender a la comunidad hasta el mes de noviembre y solicitando que sea la Unidad, en el marco de la subsidiariedad y la ayuda humanitaria de emergencia, quien asuma los costos correspondientes al alojamiento transitorio mientras se materializan los procesos de reubicación. A la fecha, no han recibido una respuesta oficial y todas las reuniones solicitadas han sido canceladas o reprogramadas.
Esta situación se suma a la incertidumbre por el futuro de los 1.700 indígenas Emberá que llegaron esta semana a Bogotá desde Risaralda, para protestar en la Agencia Nacional de Tierras y de quienes aún no se tiene certeza sobre cuánto tiempo estarán en la ciudad.