El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, envió un fuerte llamado al Gobierno nacional, en cabeza del presidente Gustavo Petro, para que encuentren una solución pronto a la situación de los cerca de 1.700 indígenas que llegaron a Bogotá la madrugada del martes, provenientes de Risaralda.
"A quien le corresponde atender esta situación es a la Nación, no pueden estar evadiendo su responsabilidad y la falta de coordinación, no es posible que entidades del Gobierno nacional le estén pidiendo ayuda al Distrito para articularse con otras instituciones nacionales”, señaló el mandatario de Bogotá.
Este miércoles se completan dos días del inicio de esta movilización, que fue celebrada por la directora de la Unidad Nacional para las Víctimas, Lilia Solano, que manifestó que estas comunidades llegan a Bogotá porque es el lugar donde se toman las decisiones más importantes.
Las declaraciones de la directora de la Unidad de Victimas no cayeron muy bien en el Distrito, por lo que el secretario General de la Alcaldía de Bogotá, Miguel Silva, también insistió en el llamado para que sea esta institución la que esté al frente del proceso.
Para las 8:30 de la mañana se esperaba que retomara la mesa de negociaciones con el Gobierno, sin embargo, ante la ausencia del directo de la Agencia Nacional de Tierras, Felipe Hartman, quien estaba en un foro sobre desarrollo rural, no fue posible retomar.