
Bogotá se paralizó con la llegada de Shakira y sus dos esperados conciertos en el estadio Nemesio Camacho El Campín. La barranquillera, quien aterrizó en la capital para su gira Las Mujeres Ya No Lloran Tour, desató la euforia de miles de fanáticos que desde temprano hicieron fila para asegurar un buen lugar dentro del recinto.
Sin embargo, no todos lograron conseguir una entrada y, para no perderse el show, decenas de seguidores se las ingeniaron para verlo desde los alrededores del estadio.
Uno de los puntos que se convirtió en "palco improvisado" fue el puente vehicular cercano al Campín y la estación de TransMilenio del estadio. Allí, un grupo numeroso de seguidores se apostó con la esperanza de disfrutar del espectáculo sin necesidad de una boleta. Aunque la vista no era la mejor, el sonido del evento y las pantallas gigantes les permitieron vivir la experiencia de una manera particular.

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Desde ese punto estratégico, los fanáticos corearon cada una de las canciones, especialmente cuando Shakira interpretó TQG, tema que desató la euforia de los asistentes dentro y fuera del estadio. Además, la barranquillera aprovechó el momento para enviar un poderoso mensaje a su público, reflejando su proceso personal y su fortaleza.
"La caída no es el final, sino el inicio de un vuelo mucho más alto. Nosotras, después de cada caída, nos levantamos un poco más sabias, más fuertes. Y si queremos llorar, lloramos. Y si no, facturamos", expresó la cantante en medio de los aplausos de los asistentes.
A pesar de no estar dentro del estadio, los seguidores que se reunieron en el puente demostraron que el amor por la música de Shakira no conoce de barreras. El ambiente festivo, los cantos y la emoción vivida desde la distancia convirtieron la noche en un recuerdo inolvidable para quienes, con o sin boleta, no quisieron perderse el paso de la artista por Bogotá.