Disturbios en colegio de Bogotá por presunto abuso a un niño: padres se metieron a la institución

Bogotá se vio sacudida por disturbios en el colegio Las Mercedes, ubicado en Engativá, luego de que se reportara un presunto abuso sexual a un niño de cinco años por parte de un compañero adolescente de 15 años.
El incidente, que ha generado gran consternación en la comunidad educativa, llevó a que el menor afectado fuera trasladado a la Secretaría de Salud para recibir atención médica y psicológica. Las autoridades activaron de inmediato el protocolo correspondiente, notificando al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y activando alertas en el Distrito.

Sin embargo, pese a los esfuerzos de las autoridades, muchos padres decidieron no enviar a sus hijos a clases, argumentando preocupaciones sobre la seguridad en la institución. Exigen acciones concretas y mayor vigilancia, especialmente durante los descansos, donde se han reportado incidentes de agresión entre los estudiantes.

En una carta dirigida a la rectora del colegio, los padres solicitaron medidas contundentes para garantizar la seguridad de los estudiantes y prevenir futuros casos de abuso físico, sexual o psicológico.

La tensión alcanzó su punto máximo cuando un grupo de padres irrumpió violentamente en la institución, provocando enfrentamientos con el personal escolar. En medio del caos, la madre del niño afectado fue capturada por la Policía después de agredir a una profesora, quien supuestamente había reaccionado de manera inapropiada ante la denuncia del abuso.

Este incidente generó un debate urgente sobre la seguridad y protección de los niños en las instituciones educativas, y se espera que las autoridades tomen medidas rápidas y efectivas para abordar estas preocupaciones y restaurar la confianza en el colegio Las Mercedes.

¿Qué decidieron los padres?

A pesar de las medidas adoptadas por el Distrito, los representantes y padres de familia de los estudiantes del colegio en su mayoría decidieron no enviar a sus hijos a clases, ya que consideran que no es un entorno seguro para los menores teniendo en cuenta el caso de abuso sexual del que fue víctima el menor de cinco años.

“Solicitamos que se nos informen las acciones que se van a tomar, ya que estamos preocupados por la falta de vigilancia en los descansos, donde se han presentado agresiones entre los niños, tanto en los baños como en los patios centrales del colegio”, relataron los padres en una misiva dirigida a la rectora del colegio.