Un capitán activo del Ejército está a puertas de enfrentar cargos por homicidio, luego de matar a tiros a un presunto ladrón el pasado 14 de abril. El atraco ocurrió en una cafetería del barrio La Candelaria, localidad de Ciudad Bolívar, cuando un delincuente entró con un arma de fuego al sitio donde se encontraba el oficial, quien compartía con sus familiares. El ladrón le apuntó con el arma para robarle una cadena de oro y un anillo que portaba en ese momento.
“En el forcejeo con el capitán del Ejército, el delincuente, con el arma de fuego que portaba, realizó un disparo dentro del establecimiento de comercio, por lo que el capitán del ejército, con su arma de dotación personal, la cual portaba con todos los permisos de ley, acciona su arma y dispara en una oportunidad, en contra del delincuente”, indicó el abogado defensor del capitán, Eduardo Enrique Acosta De Armas.
El atracador, en medio de la huida por el intercambio de disparos, salió corriendo y continuó haciendo disparos en plena vía pública, fue allí cuando fue impactado en cuatro oportunidades. Por la gravedad de las heridas el presunto delincuente murió en ese sector del sur de Bogotá.
En ese momento, de acuerdo con el abogado, el capitán del Ejército esperó el arribo de los agentes de la Policía encargados de hacer el levantamiento del cadáver. Allí, el capitán se presentó a los policías y les informó que él fue la persona quien accionó su arma personal y que disparó en contra del delincuente que iba a robarlo.
“Los agentes de la Policía entienden en un procedimiento arbitrario que deben leer los derechos del capturado, leen los derechos del capturado e indican que está capturado en flagrancia y le decomisan su arma de fuego. El señor capitán es trasladado a la estación de policía de Ciudad Bolívar, donde pernota la noche del domingo y al siguiente día la Fiscalía lo presenta ante un juez de control de garantías, el juez 32, quien luego de la intervención del suscrito defensor declara la captura ilegal porque no se ajustan las causales del artículo 301 en punto de la flagrancia”, agregó el abogado.
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Según el defensor, en ese momento la Fiscalía tenía la intención de imputarle el cargo de homicidio al capitán. sin valorar las situaciones de legítima defensa que estaba ejerciendo en ese momento. Aunque el hombre quedó en libertad, en este momento se encuentra en calidad de indiciado y la Fiscalía deberá determinar con los elementos materiales probatorios que existen en el expediente si actuó o no amparado en la causal de legítima defensa y solicitar la preclusión hasta un juez de conocimiento.
“Es importante indicar que los elementos materiales probatorios que se han recolectado desde que ocurrieron los hechos y hasta la fecha de hoy permiten establecer que el señor capitán actuó protegiendo un derecho propio como era la vida”, dijo el abogado.
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El presunto delincuente fallecido, a la fecha de los hechos, de acuerdo con documentos oficiales, tenía una orden de captura vigente para cumplir una condena por el delito de porte de arma de fuego y de hurto agravado calificado y ya había pagado una condena por hurto agravado calificado.
“La defensa técnica del oficial del Ejército solicita que la fiscalía observe con rigurosidad los elementos materiales probatorios y no sometan a un ciudadano de bien a un proceso penal por ejercer su derecho a la legítima defensa la cual fue proporcional, razonable e inminente conforme a como lo exige la dogmática penal”, finalizó.