En la tarde del lunes 29 de abril, encapuchados irrumpieron en los comedores donde se atendía desde el bienestar universitario a la comunidad estudiantil de la sede de la Universidad Nacional en Bogotá y, en medio de agresiones verbales y físicas entre los estudiantes beneficiarios del servicio y los encapuchados, uno de los jóvenes resultó herido y tuvo que ser atendido por el Comité de Prevención del Riesgo y Atención de la Emergencia.
Ante la gravedad de los hechos, las directivas de la universidad decidieron suspender todas las actividades académicas presenciales en Bogotá,
por lo que los jefes de cada dependencia tuvieron que desarrollar sus actividades en modalidad remota este martes 30 de abril.
“La vicerrectoría lamenta y rechaza que se utilicen nuevamente vías de hecho, que solo buscan hostigar y amedrentar a la comunidad universitaria, afectando en particular los servicios dirigidos al estudiantado en un aspecto tan importante como son los apoyos de alimentación, que dependen de dicho servicio y que se ha prestado sin interrupción hasta la fecha”, indicó la Universidad Nacional.
Las clases y todas las actividades, de acuerdo con la Universidad Nacional, se retomarán a partir del jueves 2 de mayo. Sin embargo, catalogaron como inadmisible que se presenten hechos tan lamentables como el ocurrido.
“Instamos a todos los integrantes de la comunidad universitaria a mantener la calma y a canalizar cualquier situación de conflicto o desacuerdo a través del diálogo y el respeto mutuo, propios de los ambientes académicos”, agregó la institución.