En Bogotá y su región no hay cama para tanta gente y tampoco energía. Literalmente, los empresarios detrás de nuevos proyectos industriales y hasta de vivienda están sufriendo para conseguir conexiones a la red de electricidad, al punto que ya está espantando proyectos de inversión y los empleos asociados a ellos.
En enero de 2024, el alcalde de la ciudad, Carlos Fernando Galán, advirtió que la ciudad podría empezar a sufrir apagones porque las redes de transmisión están ‘al límite’ y hay al menos dos proyectos clave con años de retraso.
Aunque la ciudad aún no ha tenido apagones, la escasez sí está ‘espantando’ a nuevos inversionistas y, con ellos, la oportunidad de nuevos puestos de trabajo.
“Necesitamos el abastecimiento de energía para poner en funcionamiento un sistema de servidores de tecnología de punta que viene del extranjero, con una inversión aproximada de 1,2 billones de pesos. Que en este momento esté en duda la puesta en marcha porque no existe la suficiente disponibilidad energética para que esto funcione”, dijo William David Lozano, presidente de la Asociación de Industriales de Funza y Sabana.
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Según Lozano, hay unos 10.000 empleos y 241 proyectos en stand by porque no está claro si contarán con la energía que se requiere. En esa región, la planta de Mosquera ya llegó a su límite máximo y no puede ser repotenciada, por lo que el sector espera la construcción de una nueva subestación eléctrica.
“Lo mismo sucede con desarrollos de vivienda, que tampoco se les puede garantizar que puedan ser construidos, porque a partir del año 2026 no va a haber electricidad. Todas las oportunidades de Data Centers, que por el frío de Bogotá son muy competitivas, ya que más del 40% de la energía que utilizan estos centros es para aire acondicionado, no se pueden llevar a cabo porque no hay forma de darles electricidad. Entonces, las oportunidades de crecimiento, empleo y desarrollo están paradas porque no hay electricidad para el futuro, ese es el gran reto que tenemos”, dijo por su parte el presidente del Grupo de Energía de Bogotá, Juan Ricardo Ortega.
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Ortega asegura que una importante compañía de Data Centers ya decidió llevarse un proyecto a otro país porque no encontró la electricidad que necesitaba en la sabana.
“Estamos en un equilibrio muy negativo, en el cual tenemos unos objetivos de cambio climático importantísimos, pero estamos diciendo a la industria de la sabana que tiene que volver al carbón para la producción de alimentos como la leche, con gas en carbón nuevamente, y tener que echar para atrás inversiones millonarias para hacerlas limpias sería una muy mala señal para el sector productivo y el impacto sobre el medio ambiente sería dramático en toda la zona”, dijo Ortega, quien participará junto a varios líderes y empresarios de la región en el cuarto Encuentro Empresarial Aesabana, analizando los desafíos en materia de competitividad.
Además de los grandes proyectos de transmisión, están frenados proyectos como la Subestación de Occidente, cuya licencia ambiental está enredada.
"Sin su operación, este regiotramo no podrá iniciar, retrasando el proyecto. Por otra parte, la entrada en operación de la subestación de Occidente se espera para el año 2026. Si no se cumple, la construcción de una nueva subestación tomaría entre 5 y 10 años", explicó el presidente de Fitac, Miguel Espinosa.
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Enel Codensa explicó a Blu Radio que, a raíz de las dificultades del sistema de transmisión regional y del retraso en la entrada de los proyectos, ha implementado planes de ‘mitigación’ que incluyeron la repotenciación de líneas de alta tensión en la sabana.
Además, desde el año pasado la empresa viene trabajando en “un esquema de gestión de la demanda, control de las conexiones de nueva demanda hasta la entrada en operación de los proyectos en atraso”. Es decir, confirmó que hoy en día hay una barrera de ingreso para las nuevas solicitudes de conexión a la red.
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Por otro lado, la empresa adelanta “el análisis de un nuevo esquema de desconexión para el 2025”.
La compañía también le propuso al Gobierno la construcción de nuevas líneas de transmisión con el fin de evitar que, a largo plazo, aumenten los riesgos de desatención de la demanda en el área oriental.