La modernización de la vía Bogotá-Girardot avanza, pero las obras siguen generando inconvenientes para los viajeros que transitan este importante corredor vial. Aunque la Concesión Vía Sumapaz asegura que los trabajos se están ejecutando según el cronograma, los trancones en algunos tramos han sido un problema recurrente durante la temporada alta de fin de año.
Actualmente, hay 120 kilómetros habilitados, incluidos 21 kilómetros entre Chinauta y Boquerón, y 14.5 kilómetros en el sector de Granada que estarán listos al cierre de diciembre. Por otro lado, ya está en funcionamiento el viaducto en El Muña, en Sibaté, con más de 150 metros y tres carriles adicionales, una obra que busca aliviar el flujo vehicular en la zona.
Para enfrentar los problemas de movilidad generados por los trabajos, se han implementado varias estrategias en fin de año:
- Carriles reversibles: activados en Granada, Silvania y Boquerón durante los picos de salida y retorno.
- Refuerzo en asistencia vial: incremento del 80 % en las unidades de apoyo, incluidas grúas y personal de emergencia.
- Carriles exclusivos de pago electrónico en los peajes para reducir los tiempos de espera.
Así van las obras de la vía Bogotá-Girardot
En entrevista con Pulzo, José Daniel Fernández, gerente técnico del proyecto, explicó que las zonas más críticas están en el tramo de 16 kilómetros entre San Raymundo y Silvania, donde aún se trabaja con un carril por sentido en siete kilómetros.
“En esta zona, el avance es del 60 %. Aunque seguimos dentro del cronograma, los embotellamientos se deben principalmente al flujo de vehículos de carga pesada y las medidas de pare y siga que implementa la Policía”, señaló.
Fernández aseguró que este será el último diciembre con obras en la carretera, ya que el proyecto estará terminado en abril de 2024. Sin embargo, admitió que Semana Santa será un periodo de transición con ajustes finales.
Una vez finalizada la obra, el trayecto entre Bogotá y Girardot podría reducirse a unas dos horas y media. Sin embargo, factores como el flujo de camiones y el respeto por los límites de velocidad seguirán influyendo en los tiempos de viaje. “La circulación será mucho mejor, pero tomará tiempo sensibilizar a los conductores sobre el uso correcto de los carriles”, concluyó Fernández.
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Aunque las proyecciones son optimistas, los viajeros tendrán que enfrentarse a los inconvenientes actuales hasta que las obras lleguen a su fin en abril del próximo año.