Dentro de la amplia oferta de arriendos en Bogotá , hay una opción que se ha vuelto tendencia y que muchos aún no consideran: los apartamentos amoblados.
Elegir entre arrendar un apartamento amueblado o sin amueblar es una decisión común para los inquilinos. Ambas opciones ofrecen beneficios y desventajas que se adaptan a distintos estilos de vida y preferencias.
El secreto para elegir entre el amoblado o el sin amoblar para los bogotanos radica en los planes que tengan a largo plazo y el presupuesto.
Ventajas del apartamento amoblado
- Comodidad Inmediata: Listo para habitar, sin necesidad de comprar muebles.
- Flexibilidad: Ideal para estancias cortas o si te mudas con frecuencia.
- Costo Inicial Bajo: No necesitas invertir en muebles, aunque el alquiler puede ser más alto.
- Menos Estrés: Menos preocupaciones por el transporte y montaje de muebles.
Ventajas del apartamento sin amoblar
- Personalización: Puedes decorar y amueblar según tu estilo personal.
- Costo a Largo Plazo: Aunque el alquiler puede ser más bajo, deberás invertir en muebles.
- Estabilidad: Suele ser más adecuado si planeas quedarte a largo plazo.
- Mayor Control: Tienes la libertad de elegir los muebles y la decoración que prefieras.
El secreto radica en el tiempo y el presupuesto
Por ejemplo, una persona que se traslada a un nuevo lugar durante unos meses por motivos de trabajo puede preferir un piso amueblado a uno sin amueblar, ya que facilita la entrada y la salida.
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El inquilino solo tendrá que llevar su ropa y comprar los utensilios. Por otro lado, una persona que ya posee muchos muebles puede encontrar menos viable un piso amueblado, ya que se verá obligada a vender o almacenar los artículos. Si está vacío, el nuevo ocupante sólo tendrá que colocar los suyos.
Aparte de los elementos disponibles, hay una diferencia de precio considerable entre los pisos amueblados y los no amueblados. En Bogotá el piso amueblado cuesta más que uno sin amueblar. Esto se debe a que el vendedor/propietario espera una mayor rentabilidad de un piso totalmente amueblado.
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Además, dado que los contratos de alquiler amueblados son más cortos que los no amueblados, estas propiedades atraerán a personas que buscan un alojamiento temporal, lo que obligará al propietario a cobrar un alquiler más alto para compensar los costes adicionales creados por el aumento de las vacantes en su propiedad.