La Alcaldía de Bogotá no cederá ante las protestas de vendedores ambulantes tras la reciente intervención en la estación de TransMmilenio de Ricaurte , en el centro de la ciudad. Según el Secretario de Seguridad, César Restrepo, se continuará con la estrategia de recuperación del espacio público en diversas zonas del sistema, con el objetivo de garantizar la movilidad y seguridad de los usuarios del transporte.
Recuperación del espacio público en Ricaurte
El operativo de recuperación en la estación Ricaurte, donde decenas de vendedores informales habían establecido un mercado improvisado, generó un fuerte rechazo entre los comerciantes, quienes, luego de ser retirados por la policía, bloquearon la Calle 13 a la altura de la Carrera 30, provocando caos vehicular y afectando a miles de bogotanos. La protesta se extendió por varias horas, con manifestantes impidiendo el paso de vehículos y forzando el cierre de estaciones en el sector.
Restrepo explicó que esta intervención responde a la necesidad de “liberar los corredores para garantizar el tránsito seguro de aproximadamente 70,000 pasajeros diarios”. Aseguró que, aunque la Alcaldía no se opone a las actividades de los vendedores ambulantes, estas no pueden desarrollarse en espacios que pongan en riesgo a la ciudadanía.
“La ocupación de estos túneles obstaculiza la operación de Transmilenio y genera riesgos para quienes transitan por la estación”, señaló el Secretario.
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Alternativas para los vendedores
El funcionario también destacó que el Instituto para la Economía Social (IPES) se encontraba en el lugar ofreciendo alternativas laborales a los vendedores. Sin embargo, la mayoría de los manifestantes rechazaron estas opciones y optaron por manifestarse en las calles.
"El IPES ofrece alternativas a estas personas para que realicen sus actividades en zonas asignadas, pero muchos solo aceptan ocupar el espacio de la estación, que no está diseñado ni es funcional para la venta de productos”, puntualizó Restrepo.
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Este intento de recuperación ha revelado las dificultades que enfrenta la administración para manejar el comercio informal en zonas estratégicas de la ciudad. De acuerdo con el Secretario de Seguridad, la presencia masiva de vendedores en estaciones como la de Ricaurte representa una costumbre que se ha arraigado en los últimos años, generando una “anarquía” que debe ser regulada.
“El comportamiento de los ciudadanos en el espacio público también implica riesgos y afecta a los demás. No podemos permitir que esto se convierta en una norma”, añadió.
Impacto en la movilidad y en la vida cotidiana de los bogotanos
Durante la protesta, el bloqueo de la Calle 13 obligó a cientos de personas a buscar formas alternativas de transporte, generando imágenes de ciudadanos subiendo a camiones y camionetas en su intento de llegar a sus destinos. Esta situación afectó a unas 25,000 personas, según datos oficiales, quienes vieron interrumpidos sus desplazamientos a causa de los disturbios.
La administración asegura que la intervención no será la última y que, en coordinación con el IPES y la Policía Metropolitana, se mantendrán los operativos en otras estaciones y puntos de alta concentración de ventas ambulantes.
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“Es un deber trabajar para disminuir los riesgos en estos espacios”, afirmó Restrepo, sugiriendo que próximamente habrá operativos en sectores como la Calle 100 con Autopista Norte y otras zonas del sistema TransMilenio.
El Secretario de Seguridad también denunció que algunos manifestantes emplearon tácticas de movilización que ponen en riesgo a menores de edad y personas discapacitadas, con el fin de impedir el despeje de las vías.
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“Es una actitud absolutamente rechazable; ayer incluso pedimos que el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar interviniera para proteger a los menores expuestos a situaciones peligrosas en medio de los disturbios”, declaró Restrepo, dejando en claro la postura de la Alcaldía ante este tipo de prácticas.
La administración de Bogotá ha insistido en que su objetivo es proteger el bienestar de la ciudadanía y mejorar la seguridad en los espacios públicos.
"Toda persona que se ubique en un lugar o realice una actividad que genere riesgo para otros será conducida fuera del sistema de transporte o del espacio público", puntualizó Restrepo.
Ante las dudas sobre posibles operativos similares en otras estaciones, Restrepo afirmó que el sistema de transporte en su totalidad está bajo vigilancia y que se están evaluando otras áreas de intervención, aunque no reveló los puntos específicos para evitar alertar a los vendedores.
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