María Alejandra Rojas, representante del presidente Gustavo Petro ante el Consejo Superior Universitario de la Universidad Nacional , defendió la elección de Leopoldo Múnera como nuevo rector. Su principal argumento es fue que la designación de José Ismael Peña fue irregular.
En entrevista con Blu Radio, Rojas explicó las razones detrás de esta decisión y subrayó que lo que hizo el Consejo Superior Universitario ayer fue corregir “una actuación administrativa que no se había perfeccionado”
Rojas, quien además de ser representante del presidente Petro es estudiante de doctorado en salud pública en la Universidad Nacional, afirmó que desde la sesión del 21 de marzo se identificaron irregularidades en el proceso de elección de Peña.
Lo primero es que lo que hizo el Consejo Superior Universitario ayer fue corregir una actuación administrativa que no había, que no se había perfeccionado y que no había culminado. Efectivamente, si el Consejo Superior Universitario corrigió con base en la reglamentación y en la ley colombiana que había unas irregularidades que debían ser subsanadas y sobre esa base entonces corrige esas irregularidades en un proceso que inició el 21 de marzo del de este año y entonces a partir de allí habilita poder terminar el proceso de designación de rectoría. Y es en el marco de eso que decide nombrar en propiedad al profesor Leopoldo Alberto Múnera Ruiz como rector de la universidad
Según ella, el método utilizado no cumplía con los requisitos establecidos por la reglamentación interna de la universidad y vulneraba el derecho a la igualdad de los candidatos.
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Una de las principales irregularidades señaladas por Rojas y sus compañeras delegadas fue el método de votación, conocido como método Borda. Este método, según Rojas, eliminaba progresivamente candidatos en lugar de permitir una votación directa para elegir al rector, lo cual contravenía la normativa universitaria.
"El método elegido no cumplía con el requisito de la mayoría que establece la propia reglamentación de la universidad para poder elegir a la rectoría", afirmó Rojas.
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Además, destacó que el acto administrativo que nombraba a Peña como rector nunca fue perfeccionado ni emitido formalmente. Esto, según ella, justifica la revisión y corrección del proceso por parte del CSU, basándose en el artículo 41 del Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, que permite a las autoridades corregir sus actuaciones administrativas cuando se identifican irregularidades.
Participación del Gobierno Nacional en elección de nuevo rector
Rojas enfatizó que las delegadas del Gobierno, incluida la ministra de Educación, manifestaron desde un inicio su desacuerdo con el método de votación. A pesar de esto, el método fue aprobado por mayoría en el CSU. Sin embargo, Rojas aclaró que la decisión de corregir el proceso se tomó en base a principios legales y no como una imposición del Gobierno.
Nosotras planteamos nuestras consideraciones desde el primer día, pero el cuerpo colegiado decidió continuar con el método. Al identificar las irregularidades, actuamos en derecho para corregirlas
En respuesta a las críticas sobre la posibilidad de que un futuro gobierno pudiera revertir esta decisión, Rojas afirmó que el CSU actuó dentro de sus competencias y conforme a la autonomía universitaria. "Lo que nosotros estamos planteando es que en este momento lo hicimos en el marco de la oportunidad de un acto administrativo que no estaba efectivamente emitido", subrayó.
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Tutelas y decisiones judiciales
Respecto a las tres tutelas queJosé Ismael Peña
ha ganado en las últimas semanas, Rojas explicó que el CSU tuvo en cuenta estas decisiones al emitir su resolución. Sin embargo, destacó que los fallos de tutela no resuelven el fondo del asunto administrativo y que el CSU tiene la obligación de corregir las irregularidades identificadas.
"Los fallos de tutela cobijan derechos fundamentales individuales, pero la actuación administrativa debe corregirse y ajustarse a derecho cuando se identifican irregularidades", afirmó.
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La polémica por la elección del rector de la Universidad Nacional
La reciente sesión extraordinaria del Consejo Superior Universitario (CSU), con la presencia de cinco de sus ocho integrantes, terminó en la leeción de Leopoldo Múnera, un destacado intelectual colombiano, quien asumirá el cargo reemplazando a Peña Reyes.
Leopoldo Múnera, de 66 años, no solo se distingue por su extensa trayectoria en el ámbito legal y académico, sino también por sus aportes significativos como decano y vicerrector en la misma universidad. Sus credenciales incluyen maestrías en Filosofía del Derecho y Desarrollo, además de un doctorado en Ciencia Política.
El nombramiento de Múnera ha estado en el centro de una polémica que resalta la tensión entre las decisiones administrativas y las demandas estudiantiles y gubernamentales. Inicialmente, Peña Reyes fue seleccionado para el puesto el pasado 21 de marzo. Sin embargo, su designación fue rápidamente cuestionada y finalmente rechazada debido a la falta de conformidad con los estatutos de la Universidad, lo que llevó a enfrentamientos en el campus de Bogotá.
A pesar de no ser elegido inicialmente por el CSU, Múnera recibió un apoyo abrumador de la comunidad universitaria en una consulta no vinculante, evidenciando el deseo de cambio y transparencia en la gestión académica.
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Tras aceptar la decisión del CSU, Peña Reyes entregó formalmente el cargo, instando a Múnera a adherirse a la misma responsabilidad en cumplir con las normativas administrativas y judiciales futuras.
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