Con una marcha que salió desde el Parque de Bolívar hasta el sector de La Alpujarra, en el centro de Medellín, firmantes de paz se reunieron para conmemorar ocho años de la firma del acuerdo final entre el Estado colombiano y la guerrilla de las Farc que puso fin a más de medio siglo de confrontaciones entre las partes.
Sin embargo, pasado el tiempo, el balance sigue siendo agridulce para la mayor parte de la población reincorporada.
Así lo indicó Luis Ospina, integrante del Consejo Nacional de Reincorporación en nombre de Comunes, quien advirtió que persisten las dificultades para el acceso a tierras y el apoyo suficiente para iniciativas que precisamente se han quedado estancadas por esta realidad.
"La mayoría de los firmantes de paz todavía no tienen un acceso a integrar lo que es la reincorporación económica política social y comunitaria y el sentido de estas marchas es en defensa de las transformaciones, pero también en defensa de la implementación cabal del acuerdo de paz", agregó.
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Sin embargo, uno de los asuntos que mayor preocupación genera está en materia de seguridad, pues 41 firmantes de paz han sido asesinados en Antioquia en los últimos ocho años y un antiguo Espacio de Reincorporación en el municipio de Ituango trasladado a Mutatá por falta de garantías.
Jesús Mario Arenas, conocido como Marcos Urbano, líder de esta población en el departamento, reconoció que así como en el municipio de Remedios donde posiblemente el antiguo ETCR también sea desplazado, la situación está siendo muy grave en el municipio de Anorí.
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De las cerca de 140 familias que llegaron a la vereda La Plancha tras la firma de los acuerdos de paz, queda cerca de la tercera parte. Agrava la situación lo ocurrido con el ataque del ELN que dejó cinco militares muertos y cuatro heridos además de un civil.
"La tendencia es que nos van a sacar de Anorí y es muy difícil sostenernos. La presión es muy dura, ahorita el último atentado lo hicieron los elenos, pues se mantienen muchos grupos alrededor de la gente nuestra, entonces está siendo muy complejo", manifestó.
A pesar de las dificultades en el proceso, los firmantes en Antioquia siguen apostando a sus emprendimientos y a las estrategias de paz como la única salida a los ciclos de violencia, que aseguran, no pueden seguir siendo repetitivos en el país.