
Soldado de Turbo que combatía en Ucrania murió en ataque del Ejército ruso
Su familia espera que el cuerpo sea repatriado la próxima semana para darle cristiana sepultura y conmemorar su lucha.

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Hoy Turbo se viste de negro, pues Luis Fernando Sáenz, de 37 años, nacido y criado en el corregimiento de Currulao, murió luego de un ataque masivo del Ejército de Rusia que impactó en Kiev a la unidad ucraniana de la cual era soldado, dejando un rastro de sangre de al menos cinco militares muertos y varios heridos. El joven iba a cumplir el 6 de marzo, un año de servicio al lado del Ejército ucraniano, sin embargo, 177 drones que impactaron en la zona de combate, acabaron con sus sueños.
Luis fue descrito por sus familiares como alguien responsable, alegre y determinado, pues desde muy joven siempre supo que quería servir a su patria, se enlistó en las filas del Ejército Nacional de Colombia, donde duro buen tiempo, hasta que en medio de combates resultó gravemente herido, teniendo que dejar su sueño por unos años, después de eso, estudió enfermería y trabajó en un hospital en Medellín durante 8 años, y cuando se graduó retomó su carrera militar, pero esta vez como enfermero de combate.
Desde el 2024, Luis Fernando anhelaba contribuir a la vida de más personas, no solo las de su patria, por eso con ayuda de amigos, solicitó unirse al Ejército ucraniano para ayudar a este país en una guerra que parece no tener fin contra Rusia. En diálogo con Blu Radio, Mónica Patricia Sáenz, hermana de Luis, narró lo que fueron sus últimas comunicaciones con la familia.
"Él salió para una misión y como yo escribía todos los días y preguntaba por él, ¿qué sabían de él?, y eso, hasta que me llamaron a confirmar, o sea, como yo preguntaba mucho, entonces, llamaron a confirmar lo que había pasado con él. O sea, él estaba en una misión y cuando ya fueron los carros por ellos y los iban a sacar, los atacaron a punta de dron", expresó la hermana.
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"En la mañana y en la tarde siempre él me escribía: "Manita, estoy bien, te amo mucho". Sí, él era muy cariñoso", añadió.
Luis partió violentamente de este mundo, donde aún le lloran sus dos hijos, de 15 y 6 años, quienes no pudieron ver por una última vez a su padre.
Aparte de la ceremonia que el Ejército ucraniano realizará para conmemorar la muerte de Luis y sus compañeros, su familia en Currulao, se encuentra a la espera de que el cuerpo llegue la próxima semana para llevar a cabo una ceremonia simbólica y poder enterrar a Luis en el Cementerio Central de Apartadó.
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