En medio de la transmisión de mando de la Séptima División del Ejército, que estuvo a cargo por 11 meses del brigadier general Juan Carlos Fajardo González, el comandante del Ejército Nacional desmintió que su salida sea por el operativo que dio con la captura de alias ‘Firu’ y otros disidentes de las Farc que se movilizaban en camionetas de la UNP por Antioquia
El brigadier general Juan Carlos Fajardo González no duró ni un año en su cargo como comandante de la Séptima División del Ejército, unidad militar que cubre los departamentos de Antioquia, Córdoba, Chocó y Sucre, pues ya llegó en su reemplazo Fabio Leonardo Caro Cancelado, designado para esta labor.
En medio de la transmisión de mando que se realizó en Medellín, el comandante del Ejército Nacional, Luis Emilio Cardozo Santamaría, desmintió que la salida de Fajardo tuviera como razón oculta el operativo que adelantaron las fuerzas militares tras detectar una caravana de camionetas, de la Unidad Nacional de Protección, que transportaban disidentes del Frente 36 de las Farc por las carreteras de Antioquia, entre ellos alias ‘Firu’, en tiempos en los que adelantaba una negociación con el Gobierno nacional.
Más especulaciones sobre su salida del cargo
Y es que, de su salida del cargo también se especuló que tenía que ver con presiones ejercidas por el Estado Mayor Central de las Farc, pero esto también fue negado por el alto mando militar.
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“Son las dinámicas normales que tiene la institución, esta es una carrera piramidal y cuando usted va llegando a cierto grado, pues se va angosta la pirámide, no ha habido ninguna presión, igual nosotros no aceptaremos que eso sucediera”, afirmó el alto oficial.
Pero no fue el único caso en el país en el que se relacionó la salida de altos mandos militares con presiones de grupos armados, en este caso el ELN, que están sentados en la mesa con el Gobierno para negociar, puesto que también se expuso el caso del general Óscar Murillo, quien también tuvo este cargo con injerencia en Antioquia.
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Volviendo al saliente comandante, destacan que, bajo su mando, se desarrollaron operaciones militares que dejaron como resultados la captura de 2.175 delincuentes, entre ellos 22 integrantes de grupos armados organizados residuales, 1.286 miembros de grupos delincuenciales, 491 del Clan del Golfo y cinco del ELN. Además, 17 individuos fueron neutralizados en operaciones militares.
Tropas de la Séptima División destruyeron de forma controlada, en estos 11 meses, 186 artefactos explosivos improvisados, 222 minas antipersonales y 679 kilogramos de explosivos destinados a la fabricación de artefactos ilegales. Durante el mismo periodo, se incautaron 449 armas cortas, 72 armas largas y 28.972 municiones de diversos calibres.
Del nuevo comandante, se conoce que es oriundo de Pauna, Boyacá, y que desempeñó el cargo de jefe de la Jefatura de Estado Mayor de Operaciones.