Lo único que hace falta para que cerca de 200 familias del barrio El Faro, en el centro oriente de Medellín tengan acceso a agua potable, por medio del programa Conexiones por la Vida de EPM, es un permiso que debe autorizar el Instituto Colombiano de Antropología e Historia toda vez que el sector se encuentra en el área arqueológica protegida de Piedras Blancas.
El barrio El Faro comenzó a ser habitado en los años 90 y en la actualidad residen 500 familias, de las cuales solo 100 tienen acceso a agua potable, el resto se surten de un acueducto comunitario que provee aguas sucias.
"Nosotros tenemos agua pero no es agua apta para el consumo humano, es un agua con una bacteria que se llama 'serise coli', básicamente agua con popo. Nos podemos bañar con ella pero toca hervrila para poder tomar y cocinar por su alta carga bacteriana", indicó Carlos Velásquez, Integrante Mesa de Vivienda Comuna 8.
Aunque desde el 2021 la compañía les notificó que los incluiría dentro del programa y en 2023 comenzaron las actividades de diseño de la red de acueducto y alcantarillado, este permiso - que ya está en trámite - tiene paralizado el sueño de las cerca de 200 familias beneficiadas de tener agua potable, por lo que la comunidad le pide al ICAHN celeridad en el proceso.