En Segovia, la confrontación entre el Clan del Golfo y las disidencias de las Farc, aliadas al ELN, ha sumido a comunidades en una crisis humanitaria. Además de los desplazamientos, campesinos de veredas como El Aguacate, Arenales y Rancho Quemado enfrentan un confinamiento extremo debido a la lucha por el control territorial.
Fernando Quijano, analista del conflicto armado, alerta sobre la gravedad de la situación. Indica que los grupos involucrados estarían considerando como objetivos militares a aquellos que intenten abandonar el territorio. Las tácticas utilizadas por estos grupos van desde golpizas hasta amenazas, infligiendo torturas tanto psicológicas como materiales.
El alcalde de Segovia, Edwin Castañeda, ha elevado un llamado urgente al Gobierno. En una declaración, expresó la necesidad de redoblar la presencia de la fuerza pública para hacer frente a esta crisis que afecta a las comunidades desde hace meses.
Acordamos oficiar al Gobierno Nacional y al gobierno departamental, informando y solicitando apoyo para enfrentar esta situación que nuestras comunidades han padecido por tanto tiempo
Quijano añadió a sus denuncias el hecho de que los grupos armados estarían bloqueando el ingreso de gas y gasolina a algunos territorios, agravando la crisis humanitaria. Esta medida restrictiva no solo afecta la movilidad de la población sino que también tiene un impacto directo en las condiciones de vida, con consecuencias serias para la salud y la calidad de vida de los habitantes de la región.
Publicidad
La comunidad, atrapada en medio de esta disputa violenta, clama por ayuda. La intervención gubernamental se presenta como la única salida viable para restablecer la seguridad y el bienestar en estas zonas afectadas.