El panorama migratorio en el Urabá antioqueño y la frontera con Panamá sigue siendo complejo, no solo miles de ciudadanos continúan arriesgando su vida por zonas peligrosas como la selva del Darién, sino que también está en juego la seguridad nacional de los países por donde hacen tránsito estas personas que buscan llegar hacia zonas como Centroamérica y los Estados Unidos.
Y es que el gobierno panameño encendió las alarmas en los últimos días, luego de que Samira Gozaine, Directora del Servicio de Migración de Panamá, revelara que solo en lo corrido de 2024 han sido identificados en controles más de mil personas con antecedentes criminales.
Sin embargo, destacó que no pueden ser capturados por la protección que la migración tiene de organismos internacionales, pero también porque no lo permite la legislación de ese país al no haber infringido la ley en su territorio.
"La ley panameña no permite detener a una persona por mero récord criminal de otros países se le detengan y menos en este flujo migratorio irregular autorizado por las Naciones Unidas, que de alguna manera es humanitario", señaló.
Publicidad
Por esta razón la funcionaria panameña pidió a otros países involucrados en el fenómeno migratorio, como Colombia, intensificar los controles y evitar el tránsito de aquellas personas que tienen asuntos pendientes con la justicia.
"Panamá ha solicitado a través de Cancillería y Ministerio de Seguridad reiteradamente ayuda para que desde allá realicen también pruebas biométricas. En su mayoría más de los ocho mil o nueve mil colombianos que han pasado por la trocha del Darién están en listas allá en Colombia", denunció Gozaine.
Publicidad
Hay preocupación en las autoridades pues se prevé que este año el paso de migrantes de manera irregular por el Darién aumente hasta en un 40% con respecto a 2023 cuando llegaron a realizar esta travesía más de 520 mil personas, según la Defensoría del Pueblo.