La JEP y la Unidad de Búsqueda de Desaparecidos lograron confirmar la identidad de un cuerpo que estaba sepultado en el cementerio de Apartadó . La víctima, oriunda de un municipio del Urabá Antioqueño, fue asesinada y desaparecida en 2009.
En medio de las labores que adelantan diferentes entidades del Sistema Integral para la Paz en el contexto del caso 04 que aborda la Jurisdicción Especial para la Paz y que priorizó el Urabá antioqueño, se logró la plena identificación de una persona inhumada en el Cementerio Central de Apartadó.
La Sala de Reconocimiento del Tribunal llegó hasta allí tras conocer el registro en el Sistema de Información Red de Desaparecidos y Cadáveres que indicaba que la víctima que estaba en la bóveda 22 del camposanto ya tenía una identificación previa a través de cotejo dactilar.
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Además, asunto como la necropsia, la descripción dental y el certificado de defunción, eran documentos que permitían generar un alto grado de confianza en que la persona inhumada se trataba de un joven asesinado y desaparecido desde 2009 y por eso se iniciaron las labores finales de cotejo para hacer la entrega digna a sus familiares
Luis Carlos Salgado, médico especialista de la Forense de la Unidad de Búsqueda, pudo concluir que los traumas descritos en la necropsia del cuerpo en 2009 correspondían a los de los restos recuperados.
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“Este es un trabajo que implica un análisis del cadáver, un examen físico de manera interdisciplinaria. En cuestión de cinco o seis horas podemos tener unas conclusiones que, por supuesto, dependen de la calidad de las estructuras óseas que ellas nos permitan leer”, dijo.
Tras estas labores, se espera que en los primeros meses de 2024 el cuerpo de este joven víctima de la violencia se reencuentre con su familia en medio de una ceremonia donde se dignifique su nombre, su memoria y la búsqueda incansable que estos realizaron.
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