Para la Comisión Latinoamericana de Derechos Humanos, el hermano del presidente Gustavo Petro, Juan Fernando Petro, aprovechó su nombramiento como comisionado para La Paz de la organización para, al parecer, satisfacer otros intereses.
Aunque su misión era ser un puente con el gobierno para facilitar los temas de paz, Juan Fernando Petro se dedicó a sostener reuniones con alcaldes y empresarios.
Todo lo anterior llevó a que el 12 de enero fuera notificado sobre su expulsión, a la que hizo caso omiso, pues, a pesar de eso, el 19 de febrero sostuvo un encuentro privado en Medellín con los alcaldes de Urabá, lo que, para el director general de la comisión, Rodrigo Ricaurte, se configura como una suplantación.
"El señor Juan Fernando Petro fue expulsado en enero de 2024, él no podía actuar en nombre de la Comisión Latinoamericana de Derechos Humanos; está pasando a ser uno más de los suplantadores para sus fines propios... ¿Qué tiene que hacer él en desayunos escolares o en reuniones con alcaldes? ¿Está buscando contratos?", señaló Ricaurte.
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El director general de la Comisión Latinoamericana de Derechos Humanos también confirmó que junto a él fueron suprimidos los nombramientos de otras ocho personas que trabajaban para él.