Un grupo de jóvenes de Medellín creó un proyecto social para contrarrestar la pobreza y la inseguridad alimentaria en las comunas más vulnerables de la capital antioqueña, tales como la comuna Popular, Santa Cruz y Manrique, centrándose en barrios como Villatina, El Faro, Llanaditas, La Ladera, Enciso, Popular 1, Popular 2, Santo Domingo, Carambolas y en las periferias de la ciudad.
Este proyecto funciona como una especie de trueque entre los jóvenes y el campesinado en el Urabá, en el que estos intercambian ropa, como zapatos, camisas y pantalones, con los campesinos de municipios como Apartadó, para que estos, a cambio, les den a los jóvenes alimentos, tales como el plátano, la yuca, el limón y otros productos necesarios en la canasta familiar. Sobre esto habló José Galvis, comerciante en El Hueco y uno de los líderes de esta iniciativa.
"Me doy cuenta de que la alimentación por allá es abundante y que la pobreza en esos territorios es más bien material; es evidente que la pobreza que afecta a nuestros barrios populares de las comunas de Medellín es más bien alimentaria. Entonces, me surgió esa idea del trueque: si yo a una persona le ofrezco, le digo hagamos trueque; yo le doy un par de tenis y usted me da seis bolsas de plátano", manifestó Galvis.
Además, el joven mencionó que este proyecto nació cuando, en múltiples viajes a la región durante varios años, se percató de la problemática estructural por inseguridad alimentaria en la capital antioqueña. Al analizar otras regiones fértiles y con mayor producción, como el Urabá, identificó que estos problemas podrían solucionarse dándole al campesinado cosas que necesitan y recibiendo estos alimentos necesarios para dárselos a los niños, niñas y adolescentes de las comunas más pobres de Medellín.
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El joven menciona que una bolsa de 75 u 80 plátanos vale 10.000 pesos en Urabá y en la ciudad un solo plátano vale 1.500, hecho que demuestra que lo que se logra con esta iniciativa es un ejercicio de mitigación del 50 o 60 % del hambre en los barrios de Medellín, debido a que la mayoría de estas familias no cuentan con el capital para siquiera comer tres veces al día.
Debido a que es un proyecto que requiere no solo tiempo, sino también dinero, el joven realizó una petición al Gobierno nacional para tener en cuenta al campesinado para plantear proyectos. "Lo que algún día se anhela y se espera es que el gobierno tenga en cuenta a estas personas, a los campesinos, porque en esos territorios no hay agua potable, no hay alcantarillados. Entonces, yo considero que lo más importante, y para que el campesino tenga un trabajo digno, es que el gobierno se articule con ellos, porque muchas veces a ellos les toca vender costo por necesidad", detalló Galvis.
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Por último, Galvis pidió que la comunidad interesada se contacte con él a través de sus redes sociales o al 3134799137, ya que es un espacio que se hace cada 15 días, pero que se podría realizar de manera más frecuente si hay ayuda de más personas debido al alto costo del transporte para desplazarse de Urabá a Medellín.