Los voceros de los grupos ilegales del Valle de Aburrá, recluidos en la cárcel de Itagüí, celebraron la libertad del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso y su designación como gestor de paz por parte del Gobierno Nacional, pero desmintieron que este vaya a representarlos en la mesa de diálogo para la paz urbana.
A través de un comunicado, reconocieron la importancia de Mancuso como gestor de paz, y lo que esto significa para los procesos de reparación, verdad y garantía de no repetición para las víctimas del conflicto, no obstante reiteraron que quien en el pasado comandaba las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), tampoco será su puente o facilitador entre otras estructuras urbanas.
Mancuso se instalará en Medellín con la condición de reportarse ante la justicia cada tres meses y con la restricción de visitar sitios donde tuvo injerencia delictiva.
A la par, le pidieron al Gobierno nacional mediar para la repatriación y designación como gestor de paz de Diego Fernando Murillo Bejarano (alias 'Don Berna'), ex narcotraficante y exparamilitar, quien actualmente está en una cárcel de Estados Unidos, a quien calificaron de vocero honorífico.
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El pasado 1 de julio se conoció una carta de tres páginas en la que Murillo manifestó su apoyo absoluto a la política de paz total impulsada por el presidente Gustavo Petro. En el documento, le pide incluso al mandatario hacer parte de esos procesos.
No obstante, fue más blando en su solicitud, pues allí aseguró que, si hay una colaboración entre Estados Unidos y Colombia, este podría participar de manera activa a través de videoconferencias. El documento agrega también que el hecho de que todas las estructuras armadas se encuentren bajo intenciones de lograr la paz es algo sin precedentes en el país, algo que no se puede desaprovechar.
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