Aproximadamente a una hora y media de Medellín se encuentra, en el oriente antioqueño, El Peñol, conocido como un municipio fénix por su resurgimiento, no de las cenizas, sino de las aguas y que hoy exhibe con orgullo el lugar donde se colocó la primera piedra para su reconstrucción.
Su mayor atractivo turístico es la reconocida Piedra del Peñol, que además de ser constantemente visitada, tiene a su alrededor una serie de mitos, reconocidos entre los propios habitantes del municipio, pero que suelen ser menos conocidos por los turistas.
"Existen algunas leyendas relacionadas con una gallina que coloca huevos de oro y que viene allí los viernes santos, también con unas aristas que para nosotros son betas de cuarzo, pero la gente dice que son arañazos del diablo", explicó José Nevardo García, del museo histórico del Peñol
Otra curiosidad alrededor de la Piedra del Peñol es que en sus sectores se han encontrado, con distintas exploraciones, vestigios de la historia pasada, por ejemplo, de la época precolombina, concretamente del Siglo V a.c y VI d.c que indican que en el lugar se realizaban ritos e igualmente se llevaban ofrendas.
Sin embargo, quizás uno de los mitos que más impacta alrededor de este gran afloramiento del batolito antioqueño, es el de una profecía de un sacerdote relacionada con lo que es hoy el embalse del municipio.
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"Que algún día un gran dragón se tragaría El Peñol. Entonces, cuando se dio la noticia del embalsamiento, en 1961 se entendió que el río Nare era tal vez ese dragón que había profetizado el sacerdote y es por eso que, accidentalmente, el croquis del embalse tiene forma de un gran dragón", detalló Nevardo.
Para conocer más de este tipo de historias de El Peñol, en el municipio se pueden visitar también espacios como la réplica del Viejo Peñol, el Museo Histórico, que tiene una obra donada al municipio por un artista norteamericano, y el Museo de Arte Sacro, donde se encuentran, entre otras cosas, restos del templo del viejo Peñol.
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