Un mes después de que los ríos Murrí y Arquía se crecieron, afectando a más de 1.000 personas en el corregimiento de Playa Murrí, en Vigía del Fuerte, la creciente del río El Salado dejó damnificadas a otras diez familias, en esta ocasión, en el resguardo indígena El Salado.
Según Winston Araujo, coordinador de gestión del riesgo de este municipio del Urabá antioqueño, las familias perdieron, no solo sus viviendas y enseres, sino también los cultivos y más de una docena de chivos.
“Varias viviendas que fueron arrasadas en el 100%. Con toda su pertenencia todo lo que tenían adentro como son todos los temas enseres tanto de cocina de cuarto de sala todo esto fue perdido”, afirmó.
A propósito, la alcaldía de este municipio del Urabá antioqueño insiste al Ministerio de Vivienda y a la Gobernación de Antioquia que agilicen el traslado del corregimiento de Playas Murrí a otra zona, antes de que ocurra una tragedia, pues se supone que en noviembre se abriría la licitación para escoger a la empresa contratista que estaría a cargo del traslado y la construcción de las nuevas viviendas, pero esto no ha ocurrido a la fecha.
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